Es un cantón que aspira a convertirse en un municipio

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17 de julio de 2021, 12:33 PM
17 de julio de 2021, 12:33 PM

Désther Ágreda, corresponsal

Sus anchas calles enripiadas e iluminadas con pantallas net, con nuevos barrios, un sistema de suministro de agua aceptable, al igual que el de energía eléctrica, servicio de telefonía móvil, nuevas edificaciones, una vía transitable que conecta con la ciudad de Trinidad, así se encuentra el cantón El Carmen del Iténez, perteneciente al municipio de Huacaraje (Beni), que el viernes 16 de julio conmemoró 227 años de fundación y a la vez su fiesta patronal.

Para celebrar la fecha, el viernes hubo misa celebrada por el padre Pascual Barrios, posteriormente se llevó a cabo la tradicional procesión con la imagen de la santa. Seguidamente hubo sesión de honor donde estuvo presente el gobernador beniano Alejandro Unzueta y el alcalde de Huacaraje, Everty Orihuela.

Unzueta firmó convenio con el Gobierno Municipal para el ripiado del tramo El Carmen -Puerto Muiba, entregó semillas certificadas a productores agrícolas y anunció la elaboración de un proyecto para la instalación de una planta procesadora de chocolate.

En su turno Orihuela dijo que durante su gestión "primero se apoyará la salud, luego la salud y después la salud".

De su lado el asambleísta por la provincia Iténez, Juan Ágreda, habló sobre el apoyo al proyecto ciudadano para que El Carmen del Iténez adquiera el rango de municipio y no siga dependiendo de Huacaraje.

El Carmen del Iténez, antes conocido como El Carmen del Río Blanco, fue una de las primeras fundaciones dentro de la provincia Caupolicán (hoy provincia Iténez). Esta región fue colonizada, conquistada y evangelizada por sacerdotes jesuitas que se dedicaron a profundizar y perfeccionar las habilidades y destrezas de los indígenas que habitaban la zona, escribió Hugo Aguirre Ortiz.

El cantón se ubica al noreste del departamento del Beni, en la provincia Iténez, a unos 60 kilómetros al sur de Concepción de Baures. 

El territorio es rico en fauna y flora, lo que asegura la subsistencia de los pobladores carmelitas que recurren a estos recursos para satisfacer sus necesidades alimenticias y materiales. En los alrededores se cuenta con importantes campos de pastoreo, montañas con tierras fértiles para la agricultura y recursos forestales aprovechables, describe Aguirre.