Edmundo Paz Soldán llegó a Santa Cruz para la Feria del Libro y estuvo presentando su novela Allá afuera hay monstruos, escrita en plena pandemia

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8 de agosto de 2021, 14:17 PM
8 de agosto de 2021, 14:17 PM

Por: Adhemar Manjón V.

El escritor boliviano Edmundo Paz Soldán regresó al país después de más de dos años. El viernes presentó su novela Allá afuera hay monstruos, una reescritura de Cartucho, de Nellie Campobello, en clave pandémica. Sobre esto y la coyuntura política conversó con EL DEBER.

_¿Cómo fue el momento de escribir sobre algo que estaba sucediendo simultáneamente en todo el mundo?
Desde el principio sentí que era un momento histórico, el más grande que había vivido. Mi impulso natural fue que tenía que dejar constancia de esto por escrito. Mi primera reacción fue la de escribir un diario de la pandemia, pero todos lo estaban haciendo.

Entonces recordé lo mucho que me gustaba una serie de relatos de Nellie Campobello titulado Cartucho, y me dije que a manera de catarsis todos los días trataría de reescribir un texto de ese libro pero en clave pandémica. Sé que en la ficción lo que más sirve es dejar reposar las experiencias, luego contarlas. 

Pero esta vez decidí hacer lo opuesto: quería que la escritura registrara lo que estaba pasando de la manera más inmediata posible. Me ponía a trabajar con la tele en CNN y en la laptop medios bolivianos y de otros países, y por ejemplo escuchaba una frase de Trump o de López Obrador y las incluía. Todas las noches leía el fragmento de Campobello que me tocaba al día siguiente y pensaba cómo podría seguir adaptándolo.

_¿Cómo ves después de año y medio todo lo que ocurrió con el Covid-19?
Obviamente, la normalidad ha cambiado. El día que nos echaron de la universidad y nos dijeron que trabajaríamos desde la casa, mi hijo me preguntó cuánto creía que iba a durar la pandemia. Le dije entre dos a cuatro meses. Incluso pensé que publicaría esta novela una vez se acabara la pandemia, mirando cómo fue ese año tan loco. Jamás pensé que la cosa se iba a complicar tanto.

Creo que no lo hicimos bien como comunidad, sino que todo fue un trabajo de cuidado individual, de intentar sobrevivir por vos mismo. También hubo una idea muy equivocada de la libertad individual, me ha sorprendido el movimiento antivacunas, las campañas de desinformación y la politización incluso del uso del barbijo. 

Lo que ha hecho el virus es mostrar todas las fisuras que existen en una sociedad, exponerlas y profundizarlas. Pienso en lo que se va a venir después, ya que creo que la emergencia climática es un problema mucho más serio y como especie no vamos a hacer mucho para frenarla.

_Tu novela es una de las primeras que toca los conflictos de 2019. Cuando ocurrió aquello también hubo reclamos o pedidos de que la literatura volviera a “politizarse” o a “comprometerse” con los problemas sociales, y saliera del “intimismo” en el que había caído en los últimos años ¿Qué opinás de esto?
Pedirle cosas a la literatura es perder el tiempo, la cosa más absurda es pedirle a un escritor que tenga que ser político o no político. Una de las revoluciones más importantes de la literatura, en este caso en Latinoamérica, es lo que hicieron en el siglo XIX los modernistas, que eran supuestamente apolíticos y obsesionados por la forma; sin embargo, fue una revolución fundamental en el terreno de la sensibilidad: nos enseñaron a mirar las cosas de otra forma, y luego, como lo mencionó Monsiváis, hay una línea directa que va de la poesía de Rubén Darío al bolero en las letras de Agustín Lara, y eso para mí es fundamental en una cultura. 

Lo político pasa a veces por cosas subterráneas que tienen que ver con la cuestión de la sensibilidad. A mí me interesa lo social y lo político en la literatura pero no tiene que ser una agenda, ni mucho menos.

_¿Y cómo ves la situación política en Bolivia, el desenvolvimiento del MAS en su regreso al poder?
Pensé que el MAS podía haber aprendido ciertas cosas de los motivos que provocaron la crisis del 2019, pero como la victoria electoral fue tan contundente creo que eso más bien provocó un endurecimiento en sus posiciones. No creo que haya cambiado mucho esa agenda de lo que era antes de 2019. 

Yo me acuerdo del primer discurso de Arce cuando gana, él decía que iban a buscar la unidad de los bolivianos, en un momento de pandemia creo que ese era el discurso que había que utilizar, pero el camino ha sido otro y eso ha complicado el enfrentamiento con la pandemia, que era para mí el central de esta época, y en cambio ha mantenido intactas las divisiones entre los bolivianos. 

Pienso que es fundamental investigar qué es lo que pasó exactamente en noviembre de 2019, pero me parece absurdo que lo lleve a cabo un partido político o un partido de gobierno. No porque seas el más fuerte tienes que imponer tu verdad y eso ha sido un error muy grande porque está provocando desgaste y no está solucionando nada.

*El autor boliviano residente en Estados Unidos estuvo participando de la Feria del Libro de Santa Cruz.