Desde el año pasado funciona en este municipio la Escuela de Periodismo Indígena, que reúne a más de 50 estudiantes en su segundo ciclo iniciado este año

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16 de agosto de 2021, 7:56 AM
16 de agosto de 2021, 7:56 AM

Por:  Adhemar Manjón / [email protected]

Desde el año pasado, en la Autonomía Guaraní Charagua-Iyambae los jóvenes hacen escuchar su voz y la de sus comunidades a través de la Escuela de Periodismo Indígena (EPI), un proyecto educativo, social y cultural que reúne a 50 estudiantes en su segundo ciclo de funcionamiento.

Francisco Méndez Prandini, antropólogo y periodista argentino, es el responsable de la EPI, que funciona gracia al apoyo de la Organización Oré y la Fundación Arakuaarenda. Méndez comentó que él llegó a Bolivia en marzo del año pasado a Charagua a realizar algunas fotografías, pero la pandemia lo retuvo más tiempo del que pensó. 

En ese tiempo organizaron un taller de periodismo en coordinación con Oré y Arakuaarenda del cual surgió el medio de comunicación digital Paso a Paso con la Autonomía Charagua Iyambae. Después de los buenos resultados de ese taller quisieron ir un poco más allá y darles una enseñanza más sólida a los jóvenes de este municipio y sus alrededores. Así surgió la EPI, que inició en septiembre de 2020. Las clases son viernes, sábados y domingo, a las que llegan jóvenes de zonas como Caaguazú, Gutiérrez y partes de la Chiquitania.

“Nuestra educación no se limita solo a la comunicación, sino que también potenciamos liderazgos para que ocupen roles en las estructuras orgánicas de las organizaciones indígenas. Una formación que también apunta a lo político”, explicó Méndez, y agregó que “usamos una educación popular donde hay mucha retroalimentación de los alumnos y alumnas que contribuyen bastante a los contenidos, apuntamos a los debates para sacar dudas de los temas que analizamos”.

En este tiempo también fue creada la radio Ñande Ñee, que empezó siendo un podcast pero después vieron que el formato audiovisual de transmisiones por Facebook funcionaba mejor para la difusión de las noticias y reportajes. 

“Todo esto fue agarrando visibilidad y hoy nos hablan de eventos de Camiri, de Santa Cruz. Las mismas instituciones nos piden jóvenes para que la EPI haga las coberturas, hemos ido ganando esa legitimidad”, dijo Méndez.

Compromiso

Demetrio Mariano es uno de los docentes de la EPI. Mariano recordó que cuando la escuela iniciaba e intentaban hacer coberturas de informes zonales no los dejaban ni siquiera sacar fotos, ahora la figura es diferente y la gente reconoce a los periodistas. 

Son jóvenes muy comprometidos. Están trabajando desde Gutiérrez, desde la Chiquitania, y ellos constantemente están enviando información desde sus comunidades, eso para nosotros es un avance muy grande. 

Las autoridades también están empezando a llegar con confianza a nuestros estudios, donde están nuestros equipos, que son pocos, pero estamos haciendo las cosas de corazón para que las comunidades, donde antes no llegaba información, ahora escuchen sus propias noticias”, resaltó Mariano, que nació en la localidad de Izozog.

Todos los sábados se emite un programa a través de la radio Ñande Ñee. En las clases invitan a diferentes personas para que hablen de diversos temas: historiadores, sociólogos y académicos que tengan una línea que vaya con la preservación de los derechos humanos y del medio ambiente. El investigador guaraní Elías Caurey fue uno de los participantes en el primer ciclo.

Estudiantes

Teresita Paredes estuvo en el primer año de la EPI, tiene 20 años y mientras estudiaba una carrera técnica supo lo de las clases de periodismo, y aunque estaban muy avanzadas se animó a preguntar si podía inscribirse. Tuvo que leer bastante para igualar a sus compañeros pero valió la pena, dijo Paredes. 

“Fue algo nuevo porque no hay ninguna escuela de periodismo que involucre lo que es el tema cultural y las realidades que viven nuestras comunidades”, expuso Paredes, que también cree que saber lo que pasa en sus territorios es muy importante para ellos. 

“Sabemos que lo que pasa en nuestras zonas no se ve en Unitel, en ATB, en ninguna de las redes de televisión, y fue una de las cosas que más me interesó para poder entrar a la escuela de periodismo”.

Paredes dijo que todos se han ido abriendo a la propuesta de la EPI y su noticiero. “La respuesta ha sido buena, no solo de parte de las instituciones y las autoridades, sino también de parte de las bases, que es adonde queremos llegar verdaderamente y de quienes obtuvimos una respuesta positiva”, puntualizó.

Dedé Yarigua es uno de los más entusiasmados con la EPI, ya que siempre quiso incursionar en los medios de comunicación, y a sus 19 años está cumpliendo ese anhelo. 

“La experiencia ha sido importantísima, porque si nos ponemos a analizar de fondo el término indígena, lo que hace diferente parte de esta formación tiene que ver con que podamos transmitir, comunicar y difundir desde nuestra identidad, nuestra lengua, desde las realidades de las comunidades, desde nuestra visión propia de nuestra cultura guaraní”, señaló Yarigua, que proviene de la comunidad San Isidro del Espino.

De la veintena de jóvenes que participaron de la EPI en el primer año, 15 continúan en el segundo, Yarigua es uno de ellos. “Parte de esta experiencia tiene que ver con que seamos jóvenes, vivientes de las comunidades, conocedores de las propias realidades de las comunidades, y creo que esto es lo más valioso al momento de llevar esta formación periodística”, dijo Yarigua.

Actualmente se están haciendo gestiones para que estudiantes de otras regiones puedan asistir a la EPI. Hay 10 jóvenes del municipio argentino de Tartagal que estaban anotados para asistir, pero por la pandemia no pudieron llegar.