Arce coincidió con Evo Morales en Cochabamba, luego viajó a La Paz y Santa Cruz. El vicepresidente estuvo en Oruro y se refirió a la “resistencia” frente a la colonización española. Camacho pidió evitar enfrentamientos con oficialistas

13 de octubre de 2021, 7:00 AM
13 de octubre de 2021, 7:00 AM

El presidente fue protagonista en tres multitudinarios eventos que tuvieron lugar en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Luis Arce mostró así su rostro político, incluso frente al jefe de su partido, Evo Morales, quien fue el orador principal del mitin en la plaza San Sebastián de la capital del valle.

Bajo la convocatoria del “wiphalazo”, la movilización fue organizada hace tres semanas tras los incidentes de la efeméride de Santa Cruz y se desarrolló un día después de la protesta nacional contra el proyecto de ley 218/2020 de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas. La movilización del lunes fue convocada por los gremiales del país, pero se plegaron a ella los comités cívicos, el Conade, sectores de la oposición y cooperativistas auríferos. Estos últimos son más próximos al tejido social del gobernante MAS.

Arce cerró esta actividad política en Santa Cruz, luego de pasar por Cochabamba y La Paz. Frente al monumento al Chiriguano, el presidente saludó a representantes de varios sectores sociales y se detuvo para enfatizar que allí estaban “los verdaderos indígenas”, “nuestros verdaderos gremiales”. No mencionó a la movilización que caminó durante 37 días desde Trinidad a Santa Cruz de la Sierra para reclamar respeto a su territorio y sus derechos políticos. Tampoco se refirió al reclamo de los gremiales que protagonizaron masivas marchas el lunes.

“El pueblo boliviano dijo que no queremos más paros y nuestros empresarios saben que somos la única garantía para que eso suceda”, afirmó el mandatario.

Arce ya había cuestionado en Cochabamba a los sectores que se movilizaron, pero no emitió comentarios sobre las motivaciones de esa protesta social. “Los que no pudieron ganar en las urnas quieren hacerlo a través de grupos mafiosos y criminales. Pero, hoy también en Bolivia vamos a decir que esto no lo vamos a permitir”, señaló Arce ante miles de personas que llegaron desde el trópico de Cochabamba y de comunidades campesinas. Además de Evo Morales, en el evento participaron el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, y el gobernador de Cochabamba, Humberto Sánchez, además de dirigentes de las Seis Federaciones de productores de coca, la base más leal del MAS.

En ese escenario, el jefe de Estado calificó de “golpista” y “asesina” a la mesa directiva de los cívicos del país y condenó los hechos de violencia registrados, especialmente en la zona del Plan 3.000 de Santa Cruz, donde se enfrentaron grupos que acataban la protesta con otros que instaban a levantar los bloqueos que se instalaron en varios puntos de la ciudad. De hecho, el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, divulgó un video en el que alentaba a los vecinos a liberar las calles de los bloqueos.

Tenemos a un pueblo que hará respetar su voto popular en las calles, si no quieren respetar en las urnas, nos vamos a hacer respetar en las calles”, arengó el presidente.

Esa declaración, emitida en la plaza San Sebastián de Cochabamba, repercutió en varias regiones del país. La alcaldesa de El Alto, Eva Copa, cuestionó que este clima de confrontación trascienda negativamente en el país. “Acá no se trata de quién tenga más fuerza. No acaté el paro porque mi gente vive del día, busca el pan día a día. Vivimos del comercio informal. Y no bajamos al ‘wiphalazo’ porque no creemos que se deba contrarrestar fuerza con fuerza. Creemos que se debe solucionar esto en una mesa con el diálogo”.

Sobre los cuestionamientos al proyecto ley contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas, Copa señaló que “hay dueños de cholets que han manifestado su preocupación sobre el congelamiento de cuentas que puede haber a simple denuncia y luego se podría intervenir sus cuentas para una investigación profunda”, sostuvo.

El tratamiento del proyecto de ley está congelado y no existe una fecha para que sea retomado.

Por su lado, el senador Rodrigo Paz, de la opositora Comunidad Ciudadana, retó al MAS a debatir tanto el polémico proyecto 2018/2020 como la Ley 1386 que fijó la Estrategia Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas. “Vivimos tiempos de incertidumbre, de miedo, de hartazgo social, de falta de trabajo y de fracaso en la política: estamos, cada vez más, rumbo a un enfrentamiento cruento entre hermanos, entre regiones, entre sectores sociales”.

Paz consideró que la confrontación es “ficticia” y responde a “la baja calidad de la política, de la falta de visión democrática e integradora de los actuales dirigentes” del país. Por esta razón, recomendó al presidente encarar la gestión política “sin persecuciones ni pleitos simbólicos”.

“Donde no se pueda concertar en el Legislativo, como lo estamos pidiendo, el pueblo concertará en las calles. No creo que el presidente quiera, como política nacional, confrontar a los bolivianos”, señaló el senador, quien ocupa la segunda presidencia de esa cámara. No obstante, afirmó que ambas normativas “no sirven” y deben ser consensuadas de cero.

En la concentración que se desarrolló en Cochabamba, Evo Morales centró sus críticas contra autoridades de Santa Cruz. Las acusó de “separatistas” por una ley regional aprobada el 17 de septiembre que faculta a la Asamblea departamental elaborar ternas para la designación del fiscal departamental, representante de la Defensoría del Pueblo, de la Contraloría, de la Procuraduría y a los vocales del Tribunal Departamental Electoral (TED), del Tribunal Departamental de Justicia (TDJ) y del director regional de la Oficina Anticorrupción.

“Solo falta que elijan al comandante de las Fuerzas Armadas y de la Policía. Ese es el inicio del separatismo, nuevamente”, señaló.

Según Morales, el país “venció a los separatistas” porque no acataron el paro del 11 de octubre.

A diferencia de Arce, Evo Morales se animó a hablar temas vinculados con la gestión. “Es importante relanzar nuestra agenda 20-25. Tenemos que acompañar nuestra agenda para convertir a Bolivia en centro energético de Sudamérica. Es importante convocarnos a un encuentro nacional para garantizar la soberanía, la independencia y nuestra dignidad”.

El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, dijo que “el wiphalazo es parte de un show político para buscar confrontar a la ciudadanía con algo que ya ha generado un problema”. Aseguró que en los actos protocolares de septiembre el tema “nunca fue motivo de falta de respeto”.

Para el presidente del Comité pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, el “whipalazo” fue “una provocación no solo para el departamento cruceño, sino para todo el país. “Tenemos que ser más inteligentes y no dejarnos embaucar con estas cortinas de humo, porque mientras nos están enfrentando por una bandera, el Gobierno está aprobando leyes que atentan y vulneran los derechos constitucionales de los bolivianos”, señaló el cívico en alusión a la Ley de Estrategia de Lucha Contra las Ganancias Ilícitas, la Ley del INE y el proyecto Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas.

“Con esta ley, con esta norma, las cosas van a cambiar y ya no habrá un pueblo agradecido, un pueblo que respalde todas esas cosas que ustedes están haciendo en contra de los cruceños, en contra de la tierra que le da de comer, no sean cuervos, la zanja que existe entre oriente y occidente, eso es lo que están buscando”, dijo en declaraciones a Gigavisión. Sobre la wiphala, afirmó que “un trapo no nos representa”.

Desde Oruro, el vicepresidente David Choquehuanca afirmó que los indígenas no son de la cultura de la división y que por eso ondean la wiphala. Dijo que debe existir respeto a los símbolos patrios y a las leyes, para evitar la confrontación entre bolivianos.

“Somos de la cultura de la unidad, de la armonía, no somos de la cultura del enfrentamiento, de la división, por eso levantamos nuestra wiphala, por eso exigimos respeto a nuestros símbolos”, dijo tras declarar al 12 de octubre día de la “resistencia” contra el racismo y la discriminación.