El arzobispo dijo que, respetando los derechos y la vida de las demás personas se cumple con el mandato de Dios.

31 de octubre de 2021, 9:34 AM
31 de octubre de 2021, 9:34 AM

Durante la homilía de este domingo, monseñor Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz, pidió respetar la vida humana, indicando que es la imagen de Dios y que nadie, ni si siquiera un Estado tiene derecho a quitarla para solucionar un problema.

“¿Es justo matar una vida humana para solucionar un problema? La defensa de la vida, el rechazo de la pena de muerte y la eutanasia son un mandato de Dios para la Iglesia y para todo creyente en Cristo. Dios quiere purificar y liberar nuestro corazón del egoísmo, de tantos males y ataduras para hacerlo capaz de amar”, dijo el líder religioso durante la celebración de la misa en la catedral cruceña.

El arzobispo también habló de los mandamientos de Dios, señalando que son un código de vida y fruto del amor de Dios, que no coartan la libertad. Añadió que, salvaguarda de la libertad y la dignidad de las personas nos hacen capaces de acoger y responder al amor divino y son la base para una relación justa y pacífica.

“El primer mandamiento no nos pide cumplir reglas ni celebrar ritos, sino que nos dice a cada uno: ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. Amar a Dios, entonces, no puede ser entendido como un mandato, sino como la respuesta de amor al amor mismo y a todo lo que hay en él: la vida, la verdad, la belleza, la misericordia.”, reflexionó.

En ese sentido, Gualberti dijo que respetando los derechos y la vida de las demás personas se cumple con el mandato de Dios e indicó que el Estado no tiene derecho a quitarla, pues al contrario debe garantizar la justicia, el respeto y la dignidad.

“Estos son los medios concretos de amar a lo que Dios más ama, a su imagen que está en todo ser humano, también en el que está brotando en el vientre de la madre; por eso, cuando se hiere o se quita la vida, se está hiriendo o quitando la imagen de Dios, y nadie, ni un Estado tiene derecho de hacerlo.”, detalló.

Las palabras del líder religioso se refieren a la polémica que se ha generado entorno al rechazo de la Iglesia católica para que una menor de 11 años interrumpa su estado de embarazo luego de haber sido violada por su abuelastro. La Defensoría del Pueblo e incluso organismos internacionales criticaron a la iglesia.


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