Los anticuerpos monoclonales se usan para tratar casos de covid-19 con gran probabilidad de agravarse

9 de diciembre de 2021, 8:23 AM
9 de diciembre de 2021, 8:23 AM


El año pasado, una vez que se le confirmó el coronavirus, Donald Trump recibió un cóctel de anticuerpos monoclonales cuando aún estaba en su fase experimental.

Esta terapia puede costar entre 20 y 200 mil dólares en un año, y a pesar de que ya está aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), su precio sigue siendo elevado.

“A diferencia de una vacuna, que introduce una proteína o material genético en nuestro organismo para estimular al sistema inmune (para que generen anticuerpos), estos son anticuerpos que se suministran para brindarle protección”, explicó a BBC el experto Jens Lundgren, de la Universidad de Copenhague.

Según el infectólogo boliviano Carlos Paz, del Hospital Albert Einstein, de Brasil, inicialmente esta tecnología hizo que los anticuerpos monoclonales sean herramientas de diagnóstico importantes en muchas pruebas de laboratorio. Pero después también se utilizó de forma prometedora en la terapia de varias enfermedades, como el coronavirus, “y se aplicó bastante para el tratamiento de varios tipos de cáncer”, agregó.

Paz dijo que la indicación es para casos confirmados por laboratorio, clasificados como leves o moderados en pacientes a partir de los 12 años, con un peso mínimo de 40 kg, y “que se considera que tienen un alto riesgo de progresión a formas graves de la enfermedad”.

Según él, se consideran factores de riesgo la edad avanzada; obesidad; enfermedad cardiovascular, incluida la hipertensión arterial sistémica; dolencia pulmonar crónica, incluido el asma; diabetes mellitus tipos 1 y 2; patología renal crónica, como pacientes en diálisis; problemas crónicos del hígado; e inmunosupresión.

“Como en el caso del plasma convaleciente, que utiliza sangre recuperada de la infección, la idea es ofrecer soldados de defensa temporales al cuerpo, mientras damos tiempo de fabricar el suyo propio”, ilustró Paz.

ESTAR ALERTAS

Según la agencia de la ONU, la intervención con esos medicamentos debe reservarse para los pacientes con síntomas leves o moderados, pero con un alto riesgo de acabar hospitalizados por presentar alguna comorbilidad, o para aquellos pacientes graves cuyo sistema inmunológico no produce anticuerpos.

La ONU añadió que el panel que estudió el uso de los medicamentos identificó que el umbral en el que la mayoría de las personas quisiera recibir el tratamiento es el de un riesgo superior al 10% de ser hospitalizado por ovid-19.

A falta de herramientas creíbles para predecir el riesgo de hospitalización en personas infectadas, la guía de la OMS señala que las personas con mayor riesgo son las que no están vacunadas, las personas mayores o las que tienen inmunodeficiencias o enfermedades crónicas, como por ejemplo la diabetes.

Hasta septiembre de 2021 se dio a conocer que se estaban realizando gestiones para abaratar los precios de estos anticuerpos, que para Bolivia son utopía por el momento.

La farmacéutica suiza Roche estuvo trabajando en asociación con Regeneron, que tiene la patente, para producir el tratamiento, y Unitaid, un organismo sanitario de la ONU, negociaba directamente con Roche para conseguir precios más bajos y una distribución equitativa en todo el mundo.

Laura Walker, directora asociada de Adimbab, uno de los laboratorios que investigó anticuerpos monoclonales para el coronavirus, dijo en algún momento que incluso era mejor que la vacuna.

En cuanto al tiempo en que se mantendría la inmunidad de los anticuerpos monoclonales, oscilaría entre los cinco y seis meses, pero lo más importante es que sería muy útil para futuras pandemias.

Los expertos aseguran que tiene un efecto casi milagroso, y hasta la fecha el precio no ha bajado de forma considerable porque su tecnología es bastante cara.