Ahora que pudo tener un poco más de protagonismo dentro de la monarquía inglesa, la hija del príncipe Andrés se quedará con las ganas por la crisis mundial del coronavirus

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24 de marzo de 2020, 17:37 PM
24 de marzo de 2020, 17:37 PM

La princesa Beatriz de York y su prometido, el conde italiano Edoardo Mapelli Mozzi, están viendo pasar frente a sus narices la oportunidad de convertirse en el centro de atención de la monarquía europea. De hecho, en el viejo continente ya comenzaron a llamar a su boda "la más maldita de la historia de la realeza", porque han tenido que retrasarla en tres ocasiones y el último anuncio que se hizo no es nada alentador: para prevenir la propagación del coronavirus la boda solo tendrán dos invitados.

En un comunicado oficial publicado por la iglesia de Inglaterra se señala que el número de personas, que podrán asistir a una boda, durante el periodo de brote del coronavirus se limitará a cinco: el sacerdote, los novios y dos testigos.

Además, ha trascendido que, apegados a las medidas de aislamiento, tampoco tendrán una recepción y un banquete como se acostumbra en la realeza inglesa.

La boda, que está planeada para el 29 de mayo de 2020 en la capilla de St. James, se atrasó antes por el escándalo del papá de la novia, el príncipe Andrés, y sus nexos con el fallecido empresario Jeffrey Epstein, acusado de explotación sexual a menores; y, después, por los reclamos del pueblo inglés por la costosa boda de la princesa Eugenia, en octubre de 2018.

Daily Mail informó que es probable que los novios acepten casarse con las restricciones que se han impuesto por el coronavirus, pero se espera que, después de la crisis sanitaria, hagan un gran evento para celebrar su unión con su familias y amigos, tal y como ellos lo tenían planeado.

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