La transformación del brujo
El actor británico Henry Cavill dejó de tomar agua para lucir un mejor físico y tuvo líos con su traje. Todo eso para cumplir con la serie The witcher
Se lo tomó en serio. El guapísimo actor británico Henry Cavill, de 36 años, tuvo que hacer sacrificios y también pasar por algunos contratiempos durante el proceso de transformación de Geralt de Rivia, el personaje principal de The witcher, la serie de Netflix de la que todo el mundo habla en las redes sociales.
Adicto al juego
Lo confesó. Antes de realizar la serie ya conocía la franquicia. Y de hecho jugó The witcher en varias ocasiones llegándolo a completar en dos ocasiones en ‘dificultad normal’ y en una tercera experiencia en ‘dificultad alta’, pero llegando únicamenta hasta la mitad (completar el juego supone unas 100 horas ante la pantalla cada vez).
Incomodidades con el traje
Mientras filmaba para Netflix, el intérprete se llevaba el atuendo a su casa aparentemente porque era difícil ‘ponérselo’. Sobre esto dijo: “Me llevé todo (el atuendo) a casa. No era tan fácil de poner, y tardábamos dos horas de peinado y maquillaje todos los días, así que eso contaba como estar en casa luciendo genial”.
Nada de agua
El actor reveló que tener que deshidratarse para que sus músculos lucieran más definidos, no fue tan favorable para su salud. “La dieta es difícil y tienes hambre, pero cuando te deshidratas durante tres días llegas al punto que hasta en el último día puedes oler el agua cerca. También entrenó con mancuernas de poco peso para lograr una mejor musculatura. Lo cierto es que esas escenas sin atuendo ya están haciendo que sus seguidoras se derritan por él.
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