María José Menacho Rivero es una odontóloga de 26 años, que avanza a paso firme en su carrera artística, actualmente representa a Bolivia en Dubái

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24 de junio de 2022, 4:00 AM
24 de junio de 2022, 4:00 AM

Por María José Rojas

Con un par de pinceladas, María José Menacho Rivero se convirtió en una de las más destacadas artistas cruceñas emergentes. Poco a poco, esta joven de 26 años, va ganando espacio con su trabajo en la ciudad de los anillos.

Desde pequeña

Se crió en un núcleo familiar en el que recibió el apoyo de sus padres y de sus dos hermanos mayores, con la unidad como base fundamental para la convivencia.

Desde pequeña, María José ya mostraba el talento por la pintura. “Recuerdo tener el deseo de pintar y crecer haciendo dibujos en mis cuadernos”, cuenta la artista.

 Sin embargo, no fue hasta sus 21 años que decidió ir a comprar sus primeros lienzos para comenzar a experimentar con sus primeras creaciones.

Siguiendo a su corazón

Al salir del colegio, María José siguió su vocación y estudió la carrera de Odontología. Se recibió y años más tarde obtuvo un postgrado en Ortodoncia.

Con el pasar del tiempo, la artista empezó a pintar con más frecuencia. Las obras que creaba no solo servían como un material visual agradable, sino que eran la fuente más cercana para canalizar sus emociones a través del  pincel.

Los efectos provocados por la pandemia mostraron a María José otra perspectiva del rumbo para su vida. Fue así que, a través de sus redes sociales, empezó a mostrar su talento.

Fue en  2020 cuando las oportunidades en el arte aparecieron para la cruceña en la Feria Colectiva Navideña de la Galería Alternativa en La Paz. En 2021 participó en tres exposiciones individuales en el CBA y en una muestra en la Fexpocruz el mismo año. En 2022 se le abrieron las puertas del hostel Nomad, también formó parte de la Larga Noche de Museos y por el Día de la Madre participó de un Showroom en el Club de Tenis Santa Cruz. Actualmente María José representa a Bolivia en la Expo Dubái 2020 y ha recibido una invitación para pintar en Nueva York el 29 de junio.

La morena de pequeños ojos, reconoce que es difícil  llegar lejos para un artista boliviano, más no es imposible.

“Visualizo mi futuro creciendo artísticamente, no pienso dejar de crear arte, mi destino es aprovechar las oportunidades que se me están dando”, afirma.

La motivación y la perseverancia son elementos que la mueven a soñar con seguir exponiendo sus obras en otros departamentos de Bolivia y también darlas a conocer por todo el mundo.

Un proceso creativo

María José saluda al sol en las mañanas con una taza cargada de café, escribiendo pequeños fragmentos de sueños que asoman  su cabeza al despertar.  Dedica las primeras 4 a 6 horas de su jornada en su taller de pintura.

Por momentos, cuando se mezclan sus ideas, la artista recurre a improvisar en el piano para despejar su mente y retomar el proceso creativo.

Sus pasatiempos

En sus tiempos libres, María José ejercita el cuerpo en el tubo, practica pool dance deportivo y también disfruta de tocar el piano a diario.