El New York Times publicó un reportaje con el testimonio de varias modelos y trabajadores que denuncian la misoginia y el acoso que sufrieron por parte del fundador y el director de marketing de la firma de lencería

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6 de febrero de 2020, 11:37 AM
6 de febrero de 2020, 11:37 AM

Varias modelos de Victoria's Secret revelaron que durante años sufrieron acoso por parte de dos altos directivos de la compañía. Algunos empleados de la marca denunciaron una cultura de acoso sexual, intimidación, misoginia y vergüenza corporal hacia las maniquís. 

Las acusaciones fueron recogidas en un extenso artículo de investigación publicado en el New York Times, para el que se entrevistaron a más de 30 ejecutivos, empleados, contratistas y modelos actuales y anteriores. 

Los testimonios recogidos en el diario señalan a Ed Razek, exejecutivo de L Brands (la compañía matriz de Victoria's Secret), como uno de los principales sospechosos de este comportamiento inapropiado, intentando besar a las modelos, pidiéndoles que se sentaran en su regazo y exigiéndoles que se desnudaran ante él. 

Una de las supuestas víctimas de este directivo fue la supermodelo Bella Hadid (23), a quien acosó en un desfile en 2018. Según relataron varias personas que estuvieron cerca, Razek se sentó en un sofá mirando a Hadid, que estaba arreglándose la ropa interior para un show. En ese momento, y siempre según los testimonios de los testigos, el exejecutivo le dijo: "Olvídate de las bragas", al tiempo que hacía un comentario lascivo sobre sus pechos "perfectos".



No es la única acusación de este tipo a la que se enfrenta Razek. Otros testigos también aseguraron que puso la mano en la entrepierna de una maniquí mientras ella llevaba ropa interior antes de un desfile.

Se denunció, además, a Leslie Wexner (82), la fundadora y directora ejecutiva de L Brands, quien denigró a las mujeres y no tomó medidas contra Razek, a pesar de la multitud de quejas presentadas en recursos humanos contra él. 

Se señaló, además, que el año pasado surgieron informes de que Wexner tenía estrechos vínculos con el traficante sexual Jeffrey Epstein, quien administraba algunas de las finanzas de Wexner y supuestamente se hacía pasar por un reclutador de Victoria's Secret y les decía a mujeres jóvenes que podía ayudarlas a asegurar contratos de modelaje con la marca.

En esta cultura de la misoginia y del acoso sexual, el New York Times señala que algunas modelos fueron 'castigadas' por denunciar estos comportamientos inapropiados. El periódico estadounidense recoge el testimonio de la canadiense Andi Muise (33), quien dejó de trabajar con la empresa de lencería tras rechazar a Razek. 

Según los informes recogidos, en 2007 el directivo la invitó a cenar y durante la velada intentó besarla en varias ocasiones contra su voluntad. Durante los meses posteriores, supuestamente le envió varios correos electrónicos inapropiados, y le llegó a pedir que se mudara con él a Turcas y Caicos o a  República Dominicana: "¡Necesito un lugar sexy para llevarte!". 

Tras sus continuos rechazos, Andie Muise denunció que no la llamaron para participar en el desfile de 2008. La primera vez en cuatro años. 

Otra modelo identificada como Alison Nix relató que en 2010 recibió una invitación para participar en un evento para recaudar fondos en una isla privada del Caribe propiedad de Richard Branson. Solo tenían que cumplir un requisito: debían posar desnudas en la playa para una sesión con su fotógrafo Russell James.

"Nos llevaron en barco y esos hombres ricos flirteaban con nosotras. Todas las modelos nos preguntábamos, ¿estamos aquí como prostitutas de lujo o por un asunto de beneficencia?", relató la joven, que no volvió a ser contratada por Victoria's Secret.

En respuesta a las acusaciones expuestas en el New York Times, un portavoz de L Brands aseguró que la compañía "hizo avances significativos" en las prácticas de trabajo y cumplimiento. "Lamentamos cualquier instancia e la que no logramos ese objetivo y estamos comprometidos con la mejora continua y la responsabilidad completa"

Razek, por su parte, se negó a comentar las denuncias específicas contra su persona, y le dijo al periódico: "Las acusaciones en este informe son categóricamente falsas, malinterpretadas o fuera de contexto. He sido afortunado de trabajar con innumerables modelos de talla mundial y profesionales talentosos, y me enorgullece el respecto mutuo que tenemos el uno hacia el otro". 

Los testimonios recogidos en este informe señalan, sin embargo, que todas estas actitudes eran conocidas y que se trataba de ocultarlas. "Lo más alarmante era lo arraigado que estaba ese comportamiento. Ese maltrato era tomado en broma y aceptado como normal y quien intentaba hacer algo era ignorado y castigado", aseguró Casey Crowe Taylor, antigua trabajadora de relaciones públicas de la empresa.

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