“¡Vamos! ¡Qué grande!”, gritó Javier Rojas, el arquero de Bolívar, después de revivir cómo le tapó un penal a Pablo Magnín, en el empate (1-1) frente a Tigre, por la cuarta fecha del Grupo B de la Copa Libertadores la noche del martes. Fue la figura del partido porque también tuvo otras excelentes intervenciones.

Ya en su habitación, junto a dos compañeros y al jefe de prensa celeste, Agustín Suárez, Rojas pudo revivir el momento más importante de este encuentro porque definió el resultado. “Vamos arquero, por favor, tapala (…)”, bromeó Rojas, frente a la pantalla de televisión.

Rojas se mostró nervioso y ansioso porque se ejecute el penal, como si estuviera nuevamente frente a Magnín, el delantero  argentino con quien tuvo un duelo especial durante los 90 minutos del partido. En el 71’, le sacó un cabezazo que ingresaba directo al ángulo. Antes, también le ganó en un mano a mano.  

“Magnín es un buen jugador y estuvo incomodando toda la noche a los centrales, complicándonos. En la última jugada, decidí lanzarme a ese lado, no lo había estudiado mucho porque no habíamos encontrado penales pateados por él, pero, gracias a Dios pude taparlo”, contó Rojas.

Bolívar es tercero en la tabla de su grupo, con tres puntos. Su siguiente partido será el miércoles 30 de septiembre (18:15 hb) frente a Palmeiras.

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El arquero tuvo destacadas intervenciones, especialmente el penal a los 94 minutos, que permitieron a la academia empatar 1-1 ante Tigre, en Argentina. El cuadro paceño ahora suma cuatro puntos en la tabla. Su próximo rival será Palmeiras, en San Pablo, el 30 de septiembre.