Nada queda de la presión de ayer. Las instalaciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE) hoy se encuentran en calma, aunque el fuerte resguardo policial se mantienen, tanto dentro como en los alrededores. 

En la víspera los funcionarios de esa instancia trabajaron en horario continuo, por su seguridad, desalojaron los ambientes antes del cabildo que se realizó al frente, en la plaza Abaroa, cerca a las 17:00. 

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Al final de la tarde y en parte de la noche la tensión se apoderó de ese espacio, debido a que un grupo de jóvenes trató de ingresar por la fuerza a esas instalaciones. Dos uniformados resultaron heridos, producto de los impactos con objetos contundentes.

Los incidentes registrados ayer:

Un funcionario, que pidió no ser identificado, comentó a EL DEBER que ninguno de los vocales electorales ayer llegó hasta el TSE, por temor de agresiones por parte de los movilizados, que reclaman a esa instancia el respeto a la democracia, a los resultados del 21F y la inhabilitación de la candidatura de Evo Morales.

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Pese a que en la víspera, y al calor del momento, los marchistas abogaron para que se instale una vigilia permanente. Esta jornada no queda ni la huelga de hambre que un grupo de cinco mujeres había instalado en una carpa. Tampoco los jóvenes que se crucificaron como forma de protesta. 

"La instrucción que se le ha dado a la Policía es que resista, que no caiga en las provocaciones; lo está haciendo de manera estoica, son mucho objetos contundentes que han impactados en los policías pero ellos continúan resistiendo", dijo a 'Urgentebo' el ministro de Gobierno, Carlos Romero, frente a las agresiones a los agentes de seguridad.

La fachada del TSE quedó manchada con pintura: