Cuando llegó al Gobierno (enero de 2006), el presidente Evo Morales determinó reducirse en un 50% su salario como medida de austeridad, de 30.000 a 15.000 bolivianos, monto que permaneció congelado hasta 2013, cuando -ante el pedido de sectores profesionales- tuvo que aplicar un alza del 20%.

En esa gestión su remuneración mensual llegó a 18.000 bolivianos y desde entonces ha ido en ascenso. Ahora alcanza los 24.251 bolivianos, tras confirmarse que se beneficiará de la elevación del 5,5% aprobada por el Día del Trabajador.

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Cabe recordar que en 2014 el primer mandatario subió por segundo año consecutivo su salario, en un 10%, llegando a 19.800 bolivianos; en 2015 el incremento fue de 1.683 bolivianos, haciendo un total de 21.483 bolivianos.

Para 2016 la remuneración mensual del jefe de Estado no registró ningún cambio, pese a que el haber básico en esa gestión subió en un 6%. En ese entonces explicó que se trataba de una medida de austeridad.

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En 2017 el ingreso del presidente llegó a  22.987 bolivianos, tras acordarse una elevación de un 7% en las negociaciones realizadas con la Central Obrera Boliviana (COB) para beneficiar al sector productivo del país.

De manera general, tomando en cuenta el incremento aprobado para este año, el sueldo de Evo Morales creció en 9.251 bolivianos entre 2006 a 2018, aunque se mantiene en uno de los menores entre los mandatarios de la región.