"Carlos Mesa es como un niño malcriado y engreído que le gusta permanentemente eludir sus responsabilidades", afirmó este miércoles el ministro de Minería, César Navarro, sobre el expresidente que es investigado por el caso Quiborax. 

La autoridad ratificó la posición gubernamental respecto a la reversión de las concesiones mineras de la firma extranjera, señalando que Bolivia perdió el laudo arbitral por una norma ilegal aprobada en la administración del también vocero de la causa marítima.

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"¿Y quién tenía que hacer las auditorías legales? era Carlos Mesa. Carlos Mesa tiene que responder", afirmó la autoridad al ser consultada sobre las negociaciones que pudieron evitar que el Estado pague 42,6 millones de dólares a la transnacional con capitales chilenos. 

El exmandatario sostiene que la pésima defensa encarada por el Gobierno ocasionó que Bolivia deba erogar esa cantidad a Quiborax y ahora es centro de una investigación por parte de la Fiscalía.

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"Él (Carlos Mesa) recién sacó un decreto supremo en junio de 2004 donde revertía las concesiones al Estado boliviano utilizando la figura jurídica del revocatorio, cosa que no existía en el viejo código penal", señaló Navarro como el error que dio paso a la demanda internacional de la empresa minera.

Hoy se conoció que existió un acuerdo frustrado por David Moscoso, socio boliviano de Quiborax, cuando el Estado boliviano y el consorcio minero chileno llegaron a un convenio de una indemnización de 27.272.113,98 dólares, al menos 15,4 millones menos del monto final que desembolsó a favor de la empresa.