Pobladores de Uncía, Potosí, lincharon a dos personas, uno de ellos menor de edad, porque fueron encontrados en poder de un vehículo robado. Las víctimas fueron sacadas de instalaciones policiales y apedreadas hasta la muerte.

El coordinador regional Defensorial de Llallagua, Gabriel Colque, trató de evitar la agresión, pero también fue herido y salvó su vida resguardándose en una unidad militar. Luego fue auxiliado en un centro hospitalario.

El Defensor del Pueblo, David Tezanos Pinto, exhorta el respeto a la vida y lamenta que los esfuerzos de las autoridades policiales no evitaron las muertes. La Defensoría también invoca a las autoridades llamadas por ley a realizar una investigación efectiva sobre las muertes y determinar las responsabilidades que correspondan, generando las condiciones para garantizar el ingreso de los investigadores.