El Gobierno nacional nombrará un delegado para que exista coordinación permanente con la Iglesia Católica, según anunció hoy el presidente Evo Morales, que se reunió con el cardenal Toribio Ticona y la representación de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).

Durante el acercamiento de esta jornada en Palacio Quemado, las autoridades de Estado y los obispos abordaron temas de educación, la realización de obras sociales y la organización de un evento internacional de la Iglesia Latinoamericana.

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"Saludo las palabras de aliento de los hermanos obispos, enormes coincidencias, todos nos preocupamos por los más abandonados, los más pobres. Va a haber una coordinación permanente, el Gobierno tendrá un delegado para que coordine el trabajo con la Iglesia Católica y si fuera necesario, urgente, reunirnos así", explicó el primer mandatario.

Morales adelantó que para finales de esta gestión o principios de la próxima podría tener lugar el evento que se comentó al papa Francisco, sobre las consecuencias de las migraciones, en las que pidió se analice el tema de la ciudadanía universal, que propone el Gobierno.

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Mientras que el presidente de la CEB, Ricardo Centellas, comentó que " hay un interés común para que marchemos juntos, y esto es muy bueno, saludable", a tiempo de confirmar la participación del clero en los actos por el 6 de agosto que tendrán lugar en Potosí.

El acercamiento entre el Gobierno y la Iglesia Católica tiene lugar en medio de pronunciamientos de obispos para que exista respeto al 21F, aspecto que es criticado por algunos ministros del Gabinete.