Un uniformado de la Policía Boliviana recibió un impacto de su propia arma de fuego, fue trasladado a un centro médico y atribuyó el hecho a una mala manipulación; sin embargo, mediante una investigación preliminar se presume que fue su pareja quien le disparó por un ataque de celos.

Según el director departamental de la Fuerza Anticrimen de La Paz, Jhonny Aguilera, existe un antecedente que demuestra que el efectivo era víctima de violencia intrafamiliar. En una anterior oportunidad la misma mujer le clavó un cuchillo.

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"Esto corresponde a un episodio de celos promovida por desconfianza, que ha causado una lesión desmedida. El antecedente dice que antes la mujer le introdujo un arma cortopunzante a la altura de uno de los muslos del sujeto, esto ha provocado una actividad policial preventiva, no tuvo seguimiento y el 7 de mayo ya se ha utilizado un arma de fuego", explicó el jefe policial. 

Manifestó que el efectivo permanece internado y fuera de riesgo en el hospital Obrero de la ciudad de La Paz, señalando que las investigaciones seguirán. No se brindó la información sobre los nombres de los involucrados.

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