La multinacional Kimberly-Clark vendió sus activos en Bolivia a la empresa Empacar y para los economistas las razones que motivaron su salida tienen que ver con las perspectivas económicas del país y la conflictividad.

Luego de 25 años de operaciones, la industria de productos de higiene anunció que “ha modificado su modelo de negocio en el país”, aunque no reveló el monto de operación de la venta. Kimberly-Clark había comprado Kupel del Grupo Kuljis y ahora es otra empresa del mismo dueño que se queda con la fábrica de papeles higiénicos Scott y su centro de distribución.

El economista José Luis Evia dijo que la decisión va más allá de la falta de dólares y que las empresas evalúan las ganancias que pueden obtener en el futuro. "Estas dependen de las perspectivas económicas y de conflictividad del país. Que hayan decidido salir del país muestra que estás empresas piensan que las perspectivas económicas y de clima de negocios en Bolivia no son muy buenas para los próximos años", sostuvo. 

Por ello, dijo que prefieren reasignar sus inversiones hacia otros países, lo que es una muy mala noticia para Bolivia.

Similar es el criterio de la presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Claudia Pacheco, quien dijo que el proceso de desinversión en Kimberly-Clark comenzó hace unos cuatro o cinco meses. “A inicios del año tomó la decisión porque ya vio la proyección de que la economía, nuestra economía no era favorable para los negocios y empezaron a hacer un recorte de personal. Han despedido a más de 400 empleados o los han relocalizado, pero liquidándolos”, agregó. 

Desde la Fundación Pópuli el investigador Carlos Aranda afirmó que la salida de Kimberly-Clark es solamente un síntoma de una situación ya conocida, el entorno empresarial adverso que se ha tornado insostenible por las dificultades económicas que enfrenta hoy el país. 

En suma, una empresa en Bolivia, desde hace mucho tiempo, debe enfrentarse a un sistema regulatorio complejo, dificultades administrativas para cumplir con el pago de impuestos y normativas laborales discrecionales que distorsionan cualquier plan empresarial, dijo el analista.

"Si una empresa logro sortear estas dificultades, hoy además se enfrenta a dificultades para conseguir dólares, lo cual incrementa sus costos de operación al aumentar el monto que pagan para importar insumos productivos, todo ello en un contexto en el que los recursos financieros están siendo disputados por el estado para cubrir sus déficits fiscales."

Sobre las alternativas de solución, Aranda explica que si no se quiere seguir expulsando empresas, talento empresarial e inversiones del país, lejos de negar estos problemas se debe avanzar, por un lado, en una reforma estructural del entorno empresarial y, por el otro, en un plan de estabilización que permita corregir los  desequilibrios macroeconómicos.

El analista económico Christian Andrés Aramayo refiere que Kimberly Clark llegó a Bolivia en 1998, antes del MAS y se va en 2024, "luego de la profundización de la catástrofe económica y social que gestó el partido oficialista".

En tanto que el empresario y político Samuel Doria Medina señaló que además de la transnacional Kimberly-Clark, tras 25 años, otras empresas extranjeras también están saliendo del país. "Las dificultades económicas ahuyentan las inversiones y, luego, la pérdida de inversiones aumenta las dificultades económicas. En el futuro tenemos que ser capaces de salir de este círculo vicioso", expresó en s u cuenta de X (antes Twitter).

KImberly-Clark: adaptación a los cambios

“Tras un análisis exhaustivo y meditado, la compañía ha vendido sus activos, la planta de producción y el centro de distribución a la empresa Empacar. Esta decisión fue tomada ante la necesidad de adaptarnos a los cambios en el mercado, a nivel mundial, para mantener nuestra competitividad y liderazgo, así como asegurarnos de que tenemos la estructura correcta para responder a los desafíos que se presenten en los mercados donde operamos”, informó la empresa en un comunicado dirigido al Grupo EL DEBER.

La firma de origen estadounidense contaba con una moderna planta en el Parque Industrial de la ciudad de Santa Cruz, donde producía la marca Scott (papel higiénico). En tanto que Huggies (pañales desechables), Kleenex (pañuelos de papel), Kotex (toallas femeninas), productos industriales de higiene Kimberly-Clark Professional, entre otros son importados desde las fábricas que tiene la compañía en otros países.


Tres multinacionales venden activos

El 21 de mayo, la multinacional Alicorp del Grupo Romero anunció que estaba en negociaciones para la venta de su negocio de molienda en Bolivia (producción de soya y girasol y fábrica de aceite Fino), pero aclaró que seguirá con su división de productos de consumo masivo (alimentos y aseo). 

Dos días después (23 de mayo) Bisa Seguros y Reaseguros reveló la compra de las acciones de la compañía BUPA Global en Bolivia. Con la compra, Bisa Seguros y Reaseguros busca cubrir todos los segmentos de clientes del mercado asegurador. Y el último anuncio se dio el 25 de junio con Kimberly-Clark que vendió sus activos a Empacar. 

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