La soya, que emergió como una materia prima crucial para las economías de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay con el auge de la economía china a finales de los años 1990 y principios de los 2000, enfrenta actualmente una grave crisis. El derrumbe sostenido en los precios de esta oleaginosa está afectando de manera severa las cuentas corrientes de estos países, cuyos ingresos dependen en gran medida de sus exportaciones agrícolas.
De acuerdo con Bloomberg, el lunes 12 de agosto, la situación se agravó aún más cuando el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) confirmó pronósticos de una elevada producción de soya en ese país. Esta noticia impactó inmediatamente en los precios del mercado de Chicago, que ya mostraban una tendencia a la baja, profundizando la caída hasta perforar el contrato de septiembre, que se situó en $us 360 por tonelada, un nivel alarmantemente bajo.
Esta baja se debe, en parte, a una campaña agrícola estadounidense que ha contado con condiciones climáticas ideales, lo que podría llevar a un rendimiento récord. Además, otros factores han venido presionando a la baja los precios de la soya, incluyendo la desaceleración de la economía china, altos niveles de stock y perspectivas de producción positivas a nivel global. Como resultado, los futuros de la soya han caído a sus niveles más bajos desde septiembre de 2020.
Los exportadores de soya en América Latina se encuentran atrapados en una encrucijada. Por un lado, enfrentan una sobreoferta impulsada por la producción estadounidense, y por otro, una demanda que se debilita en China, el mayor comprador mundial de soya. Estas dos fuerzas combinadas han llevado a una drástica reducción en los precios, afectando negativamente los ingresos de los productores y las economías de estos países.
En 2012, la soya alcanzó un máximo histórico de $us 650 por tonelada, lo que ajustado por la inflación estadounidense equivaldría a unos $us 900 en la actualidad. Sin embargo, la reciente caída en los precios refleja un escenario muy diferente. Según un informe de la consultora argentina Delphos Investment, las proyecciones de la cosecha estadounidense de soya y maíz sugieren un nivel récord histórico, lo que empeora la relación stock/consumo y ejerce aún más presión a la baja sobre los precios.
Lejos de estabilizarse, la caída continúa, y en las primeras horas del martes 13 de agosto de 2024, los futuros a septiembre se cotizan a $us 350 por tonelada métrica.
Los principales exportadores de soya en el mundo
Según datos consolidados de 2023, Brasil se mantiene como el principal exportador de soya del mundo, representando el 57,6% de las exportaciones globales. Estados Unidos sigue en segundo lugar con un 30,3%, seguido por Paraguay (3,7%), Canadá (2.8%), Ucrania (1,4%), Argentina (1,1%), Uruguay (0,4%), Sudáfrica (0,4%), Países Bajos (0,2%), Nigeria (0,3%) y Bolivia (0,2%). La fuerte competencia internacional y las fluctuaciones en la demanda global, particularmente de China, hacen que el futuro de este mercado sea cada vez más incierto.
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