El 26 de junio, el Banco Central de Bolivia (BCB) dejó sin efecto la Resolución de Directorio N°144/2020, de 15 de diciembre de 2020, que prohibía el uso de canales e Instrumentos Electrónicos de Pago (IEP) para operaciones de compra y venta de activos virtuales, llámese criptoactivos o lo que se conoce comúnmente criptomonedas o monedas digitales.

Iniciado ese camino, a los bolivianos les falta mucho por explorar y aprender, a pesar que previo al levantamiento de la restricción, en el país ya se realizaban unas 400 operaciones diarias con activos digitales, registrando un movimiento de entre $us 7 y 10 millones al mes, según un informe de Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat).

Según el ingeniero financiero Mauricio Obe, la actividad ha aumentado considerablemente, principalmente por personas que buscan una alternativa para financiar sus importaciones y que pretenden refugiar valor de sus inversiones líquidas, principalmente en Santa Cruz. Y son tres las más utilizadas en estos momentos:  Bitcoin y Ethereum, para refugiar valor y especular, y Tether (USDT) para transacciones en dólares, considerada una stablecoin, dado que está indexado al precio de la moneda estadounidense.

“Antes (del levantamiento de la restricción) las personas buscaban el uso de las criptomonedas para especular en los mercados financieros y obtener un rédito, por eso otros buscaban refugiar valor en Bitcoin, sin embargo, ahora lo están viendo como una alternativa para pagar sus importaciones”, señaló Obe.

El experto destacó que en estos tiempos de escasez de dólares, el USDT, se usa como principal referente al tipo de cambio “blue” en Bolivia. “Es el principal referente para tener un tipo de cambio ‘no oficial’, en las calles”, precisó.

De hecho, en Google ya se puede encontrar la cotización USDT en bolivianos. El lunes 19 de agosto se cotizó en Bs 6,91, con tendencia al alza. También existen plataformas como Coinbase, Bitget o Binance, que ofrecen cotizaciones en tiempo real. En esta última, el USDT se cotizaba en $us 1.000 el lunes.

Desorden

El economista y ex director del BCB, Gabriel Espinoza, calificó de “desordenado” el ingreso oficial de Bolivia al mundo de los activos digitales, ya que solo se levantó una restricción, como una medida de parche, para tratar de abrir canales que permitan las transferencias de recursos desde y hacia Bolivia, sin necesidad de pasar por el dólar. 

“No hay ningún tipo de regulación que permita utilizar los criptoactivos para comprar o vender productos en Bolivia, teniendo un documento que respalde, por ejemplo, descargar esa compra en impuestos o validar la compra o la venta a través de criptoactivos, para que Aduana, Impuestos Nacionales o el sistema financiero puedan tomar como válida esa transacción”, explicó.

El economista criticó la falta de profesionalismo del Gobierno en la materia, que “ni siquiera el presidente (Luis Arce) tenía claro qué es un criptoactivo, hablaba de criptomonedas vinculadas al oro o al litio y luego daba el ejemplo del USDT, que es una criptomoneda que está vinculada al dólar, que es precisamente lo que quiere evitar y no lo que quiere reducir en términos de uso”, remarcó.

Para Espinoza, entonces, el Gobierno no tiene una política integral y no se conoce si están trabajando en alguna medida para emitir una reglamentación.

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Los bancos, atados de manos

EL DEBER intentó conocer la opinión de un par de bancos del sistema financiero nacional, sobre los últimos datos para la compra de activos digitales con algún instrumento como tarjetas de débito o crédito, transferencias o el uso del código de respuesta rápida (QR), pero no se pudo obtener respuesta.

También se intentó con el BCB, pero desde el departamento de Comunicación, no respondieron al correo electrónico, como habían solicitado.

Para Gabriel Espinoza, es precisamente por esa falta de políticas integrales, que los bancos no pueden, por ejemplo, aceptar depósitos en USDT o aceptar transferencias en criptomonedas a través de sus plataformas, no son activos reconocidos por el Estado boliviano.

“En el caso boliviano, nosotros podemos firmar contratos en UFV (Unidad de Fomento a la Vivienda), en bolivianos o en dólares, porque en estos tres casos existen cotizaciones oficiales que están publicadas en la página (web) del Banco Central, pero no existe una cotización oficial del USDT o de cualquier otra criptomoneda como sucede, por ejemplo, en El Salvador”, consideró, a tiempo de mencionar que eso evita que los bancos puedan respaldarse en alguna estructura legal.

Inversiones

El analista económico y de finanzas digitales, Marcelo Rocha, explicó que la compra de activos digitales necesita una planificación estratégica para establecer qué tipo de inversión se pretende realizar o qué tipo de negocio se quiere operar.

Indicó que existen ‘exchanges’, es decir, un entorno organizado, comúnmente digital, donde se intercambian instrumentos de valor como acciones, commodities, bonos, derivados y otros activos, que son centralizados y descentralizados, los cuales permiten operar en el mercado de criptomonedas mediante pagos tradicionales de las instituciones bancarias, ya sea con transferencias comunes y corrientes a nivel local o internacional y, también, operar de manera anónima y segura.

“Una ley específica para este sector es clave, como la que ha sacado la Unión Europea y que entró en vigencia el 30 de junio de este año, la Ley MiCA (Mercados en la regulación de criptoactivos), proporciona un marco regulatorio integral para los criptoactivos, con aspectos como la emisión de criptoactivos, la prestación de estos servicios por entidades o personas y la protección a los inversores”, detalló.

Al mismo tiempo, recomendó que cualquier tipo de inversión o estrategia de negocios en activos digitales debe tener una planificación, control de riesgos y custodia prevista, y esto solo puede darse mediante el asesoramiento o la formación especializada. “Por eso es que la educación financiera de las personas, instituciones y empresas ahora se convierte en una necesidad inmediata, y que debería incluso ser una imperiosa necesidad para los políticos”, agregó.

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Bitcoin, la moneda digital que domina el mercado

A pesar de que los criptoactivos ya tienen más de 14 años, aún sigue siendo una tecnología que se redescubre en pequeños periodos de tiempo.

Marcelo Rocha aseguró que el Bitcoin es el más común y conocido, desde sus comienzos ha sido impulsado por la innovación y gracias a ello ha ganado longevidad y revalorización desde su lanzamiento. “La dominancia del Bitcoin frente a la capitalización de mercado total de todas las criptomonedas combinadas, proporciona una imagen clara del interés que tiene entre los inversores que, a la fecha, llega hasta un 55%”, señaló.

Según el experto, desde la comunidad que opera con activos digitales, ya se considera a Bitcoin como un refugio contra la devaluación de las monedas tradicionales. “Y más adelante será muy común que, en épocas de incertidumbre o desconfianza en los gobiernos nacionales, las personas e instituciones que aún no entraron a este mercado, miren a Bitcoin como el activo mejor posicionado para invertir y colocar sus ahorros”, acotó.

Bitcoin, como otras criptomonedas, operan de manera descentralizada, sin la supervisión de una autoridad gubernamental o institución financiera. La tecnología que utilizan es blockchain, un libro mayor digital distribuido que registra todas las transacciones de manera transparente y segura.

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