¿Qué pasará en 2024 en el ámbito económico? Es un interrogante difícil de responder después de un 2023 lleno de complicaciones y turbulencias en la economía. Si bien no se puede predecir qué pasará, sí se puede saber qué sectores deben potenciarse para mejorar los ingresos del Estado, que en los últimos años vio mermar sus recursos debido a la caída de las exportaciones de gas natural.

La agroindustria, con todos sus subsectores, el turismo, la minería, los hidrocarburos y las manufacturas son las actividades que pueden incrementar los recursos del Estado en corto y mediano plazo. No obstante, sectores consultados coinciden que para acelerar esto se requiere de un cambio en la estructura jurídica para brindar algo que desde el sector empresarial viene pidiendo a gritos: seguridad jurídica. 

Pero es necesario ir por partes para ver que característica tienen estas actividades que, más allá del gas, pueden robustecer las arcas del Estado.

 Alimentos

La Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex) señala que la agroindustria y en especial subsectores como el agrícola y pecuario pueden ayudar a incrementar los ingresos del país.

La demanda de alimentos, según la organización empresarial, siempre está en crecimiento, aunque con variaciones en los precios. “Los expertos afirman que para 2050 tendremos que incrementar nuestra producción mundial de alimentos en un 70%”.

“Por lo tanto, uno de los sectores que puede ayudar al Estado a mejorar en términos generales la economía es apostar y apoyar al sector agrícola y pecuario y a las industrias que se conforman alrededor de estos sectores primarios”, dijo la Cadex.

Para los exportadores la “producción de alimentos es la que mejores perspectivas tiene, debido al incremento de la población mundial y los cambios de hábitos de consumo de la población asiática hace que se incremente la demanda de proteína, tanto animal como vegetal”.

La entidad que aglutina al sector empresarial agrega que los productos no tradicionales, concentrados en la agroindustria oleaginosa y la industria cárnica, “pasando por los alimentos funcionales o ‘superalimentos’ como la chía, el sésamo, la castaña o la almendra chiquitana, cada vez ganan más espacio en los mercados internacionales por sus características nutricionales y saludables”.

“Pero tomando en cuenta los últimos años los productos no tradicionales de Bolivia aportaron el 30% de los ingresos de las exportaciones y con la caída de las exportaciones de los hidrocarburos, éstos cobraron más protagonismo. Por lo tanto, con políticas de Estado adecuadas se puede incrementar este porcentaje”, señala la entidad.

El gerente general de la Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, sostuvo que Bolivia precisa con urgencia volver a la normalidad en la provisión de dólares, ya que la estabilidad está de por medio.

Para él dos sectores son los que a cortísimo plazo podrían ayudar a resolver esta situación, “son el agropecuario/agroindustrial y el forestal/maderero, no solo por su rápida capacidad de reacción en términos de inversión y producción, sino, porque hay mercados externos para estos sectores”.

“Una buena apuesta por parte del gobierno sería apoyar a los sectores que estando en tal situación, también podrían ayudar a generar más divisas por exportación, así como a ahorrar dólares con la sustitución de importaciones”, dijo.

Rodríguez dijo que estos sectores son “generadores de empleo y efectos multiplicadores.

“Estamos hablando de los sectores agroindustriales y los agroexportadores ¿Cuánto podrían aportar? Todo dependerá de la intensidad de las buenas políticas públicas para ello”, dijo.

Según datos de la Instituto Nacional de Estadísticas (INE) las exportaciones del sector agrícola llegaron, en 2022, a $us 748,5 millones. Mientras que las ventas de externas del sector oleaginoso llegaron a $us 1.885,8 millones.

Un estudio realizado por la Cámara de Industria Comercio Servicios y Turismo (Cainco) sostiene que el caso específico de la soya la superficie apta para el cultivo del grano puede ampliarse potencialmente a 4,1 millones de forma sostenible y sustentable.

Llegando con esto a producir 8,6 millones de toneladas métricas (TM). Y si adicionalmente se mejora el rendimiento de 2,1 TM por hectárea a 3 TM en similar extensión, se lograría una producción de 12,4 millones de TM, sostiene la Cainco en su informe.

“Con esos datos, se infiere que el valor exportado podría crecer por encima de dos dígitos (10,5%) hasta llegar a $us 7.000 millones en 2030”, dice la Cainco.

Pablo Camacho, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI) señaló que es necesario aprovechar la vocación productiva de las diferentes regiones del país. Tomando en cuenta esta referencia destacó que existe oportunidades en minería, por ejemplo, en el occidente, la agroindustria (en el oriente boliviano). Es estos sumó al turismo, que de acuerdo que, en 2023, según el INE, representó un movimiento económico de $us 716 millones.

El industrial señaló también sectores tradicionales como los hidrocarburos y la minería pueden seguir siendo un aporte importante para la generación de recursos. Esto siempre y cuando se puedan hacer ajustes regulatorios que brinden seguridad jurídica.

Para el industrial estos sectores pueden generar recursos de forma rápida para el Estado, en especial la producción de alimentos. En ese sentido, sostuvo que es necesario liberar las exportaciones y permitir el acceso a la biotecnología.

En esa línea, el economista Jaime Dunn, sostiene que más allá de que sectores pueden aportar mayores ingresos para el país, es necesario que se generen condiciones legales óptimas para que todos los empresarios, pequeños, medianos, grandes y extranjeros puedan invertir en el país.

Lamentó que hasta el momento la relación que tienen los empresarios con el Gobierno sea distante.

De forma similar opinó Rodríguez, quien señaló que, si hubiera existido un trabajo en común entre los empresarios y el Estado, el país no enfrentaría varias de las actuales dificultades (abrupta caída de las exportaciones no tradicionales, preocupación por la relativa escasez de dólares y combustibles) sino que estaría creciendo a una alta tasa y no, menos del 3% como se espera para este año, lejos del 4,86% pronosticado.

Por su parte, Dunn mencionó que es necesario que el Gobierno abra la inversión del litio al sector privado y a otros países. Observó que ahora solo se hizo acuerdo con compañías rusas y chinas, a las que consideran traen consigo capital corrosivo.

 En declaraciones a medios del Estado, el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco, informó  que 2023 cerrará con más de $us 10.000 millones en exportaciones.

“Si comparamos con 2020, hemos crecido en 100 por ciento. Estas cifras están por encima de las reportadas desde 2015, con excepción de 2022, cuando tuvimos unos índices récord; en ese caso han disminuido un 23 %”, refirió.

 En lo que respecta a las metas de 2024, en declaraciones al medio estatal Ahora Pueblo, la ministra de la presidencia María Nela Prada, dijo que junto al sector empresarial se acordó evaluar el tema productivo, rumbo a la industrialización con sustitución de importaciones. También se prevé analizar las coincidencias entre el Gobierno con los empresarios respecto a la consolidación de una economía de base ancha.

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