En reiteradas ocasiones, el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, anunció que “en los próximos días” se haría conocer los resultados de los estudios sobre las reservas de hidrocarburos en Bolivia de los años 2022 y 2023, los cuales ya se pagaron a empresas verificadoras internacionales, según investigaciones de parlamentarios del partido opositor, Comunidad Ciudadana.

Sin embargo, la Fundación Milenio -en su Informe Nacional de Coyuntura, publicado este lunes- calculó que las reservas probadas (P1) de gas natural, al 31 de diciembre de 2023, serían de 2,13 trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés).

“Esta cifra resulta de descontar las reservas certificadas ajustadas, por la producción entre los años 2018 y 2023, que se estima fueron de 3,45 TCF. Naturalmente, la estimación del nivel de reservas en 2,13 TCF es provisional, y entretanto no se conozca la certificación oficial pendiente”, explicó la fundación en su boletín.

Milenio aclaró que la cifra difiere de la cifra estimada extraoficialmente por YPFB, en septiembre de 2023, según la cual las “reservas certificadas” alcanzaban entonces a 8.95 TCF.

“Hay que decir que esta última cifra posiblemente se basa en los 10.7 TCF certificados por la consultora Sproule, menos la producción acumulada de 2018 a 2023 (de 3.45 TCF), más la misma cantidad que Sproule añadió “artificialmente” (de 1.7 TCF) a la suma aritmética de los campos en su informe de certificación de reservas de 2017”.

También enfatizó que el cálculo de un remanente de reservas P1 de 2.13 TCF hasta el año 2023, se fundamenta en la presunción de la inexistencia de nuevas reservas probadas.

“Por ello mismo, configura un escenario pesimista, pero también plausible. Por cierto, si esta proyección llegara a confirmarse, estaríamos ante una situación extremamente crítica, tanto así que para el año 2030, prácticamente se habrían agotado las reservas efectivas de gas”, apuntó Milenio.

Citando la publicación de EL DEBER, de este domingo, la entidad que estudia permanentemente la economía boliviana, subrayó que las proyecciones de esta índole son las que hoy en día llevan a algunos analistas en materia petrolera a prever la eventualidad de que Bolivia, en un futuro próximo, pueda verse en la necesidad de importar ya no únicamente combustibles, sino incluso gas natural. 

Concluyó que un escenario más optimista arrojaría una cifra de reservas P1 de 7,25 TCF, que resultaría de descontar la producción estimada de 3.45 TCF (entre 2018 y 2023) de las 10.7 TCF de reservas P1 certificadas “dudosamente” en 2017.

“Si este fuera el caso, la situación de reservas sería menos apremiante que en el primer escenario. No obstante, la verosimilitud de ese otro escenario dependerá de que puedan certificarse nuevas reservas probadas; algo que hoy en día no parece demasiado factible”.

¿Cada cuánto se deben certificar las reservas?

La Ley Nº 3740, de 31 de agosto de 2007, en su artículo 7, dispone que YPFB debe contratar empresas especializadas para certificar el nivel efectivo de reservas de hidrocarburos en el país. Asimismo, obliga a la estatal YPFB a publicar, hasta el 31 de marzo de cada año, el nivel de reservas certificadas existentes al 1º de enero de dicho año.

Sin embargo -indicó Milenio- este año, igual que en años anteriores, la compañía petrolera no ha cumplido su obligación legal, prolongando el clima de incertidumbre. El 31 de marzo de 2023 se cumplieron 6 años desde la última certificación oficial conocida.

Apoyado en informes de prensa, Milenio remarcó que YPFB contrató en enero de este año a una nueva empresa, DeGolyer and MacNaughton Corp., para realizar la certificación de reservas de hidrocarburos. Esto, a pesar de que se desconocen los resultados de la certificación realizada en 2023, encomendada a la consultora Ryder Scott Company, mediante contrato firmado el 8 de marzo de 2023 por $us 445 mil.

Fuente: Fundación Milenio con datos de informes de YPFB

De acuerdo con el Gráfico, se tienen las cifras de tres certificaciones oficiales de las reservas de gas natural en Bolivia: la primera, realizada por Ryder Scott al 31 de diciembre del 2009, con el resultado de 9,95 TCF certificadas; la segunda certificación al 31 de diciembre de 2013, de la GLJ Petroleum Consultants de Canadá, con el resultado de 10,45 TCF; finalmente, la certificación de la también canadiense Sproule, que arrojó la cifra de 10,7 TCF al 31 de diciembre de 2017.