El problema del combustible se soluciona a medias. Si bien el abastecimiento de gasolina se normaliza de a poco esto no ocurre con el diésel. Las filas de los vehículos que funcionan con este hidrocarburo no merman y algunos conductores, molestos por la situación, han bloqueado el acceso a los surtidores, además de vías urbanas e intermunicipales.

En Santa Cruz de la Sierra, por ejemplo, el surtido de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) que se encuentra sobre la doble vía La Guardia, entre 4to y 5to anillo, tiene las filas de camiones y trailers que llegan hasta la radial 17 1/2 sobre el 4to anillo.

“Estamos arruinados y el Gobierno no cumple su palabra. Tengo que viajar a la frontera, zona de Puerto Suárez, a traer mercadería. Ahorita estamos fregados y sufriendo, metiéndole a la hoja de coca porque ni para la comida alcanza”, contó a EL DEBER el transportista Juan Carlos Vargas mientras aguarda la llegada del diésel al surtido Yotaú, entre séptimo y octavo anillo.

Unos metros más atrás, su colega Vidal Núñez se encuentra haciendo fila por diésel desde el día martes. En este surtidor se han formado hasta dos filas de camiones esperando este combustible.

La situación es la misma en Cochabamba, vehículos del transporte pesado y micros peregrinando por diésel en los surtidores lo que ha provocado “interminables” filas de motorizados.

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