A pocos días de celebrarse el Día del Periodista en Bolivia, la situación laboral del trabajador de la prensa no es de las mejores. Un reciente estudio señaló que el 45% de los periodistas en los nueve departamentos tiene ingresos laborales inferiores al salario mínimo nacional, Bs 2.362 (2023), especialmente quienes trabajan de freelance.

Este estudio, realizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) en colaboración con la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y la Unidad Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (Unitas), también mostró que el 27% de los consultados dijo que sus ingresos oscilan entre uno y dos salarios mínimos, y solamente un 3% gana entre cinco a seis salarios mínimos.

En resumen, los periodistas que ganan menos de un sueldo mínimo y entre uno y dos salarios, suman 72%. Los mismos tienen ingresos que no les alcanza para cubrir el costo de una canasta familiar alimentaria de Bs 6.632, calculada por el Cedla en 2023.

La presidenta de la Asociación de Periodistas de Santa Cruz, Maggy Talavera, expresó su preocupación por estas y otras cifras que contiene este estudio realizado a nivel nacional.

“Hay una alerta en el gremio por estas condiciones en las cuales estamos trabajando. Nuestro trabajo es fundamental para garantizar la calidad de la democracia y mientras menos voces, periodistas y medios estén en las calles buscando información para la gente, eso también va deteriorando la situación de nuestra democracia”, dijo durante la presentación del informe en la capital cruceña.

Los periodistas y expresidentes de la asociación de la prensa cruceña, Daniel Castro y Roberto Méndez, también estuvieron en la presentación de este informe. El primero destacó que este informe es importante porque “por primera vez se ha documentado” la situación en la que trabaja el periodista en Bolivia.

“Con esta documentación, los gremios de los trabajadores de la prensa podrán sentarse con los dueños de los medios de comunicación para buscar una solución en conjunto. Sabemos de la crisis de los medios y el cambio tecnológico que están atravesando, sin embargo, no debe ser la excusa para que se maltrate o se pague debajo del salario mínimo a los trabajadores de la prensa”, dijo Castro.

Por su parte, Méndez manifestó que el estudio es un aviso para que se puedan establecer diferentes tipos de políticas, desde la reflexión interna hasta el llamado a la sociedad y empresarios.

“Queremos decir que el periodismo es una profesión de servicio a la sociedad, y es el pilar fundamental de la democracia. Si no hay libertad de expresión y de prensa, no va haber democracia, entonces queremos hacer ese llamado a la sociedad para que reconozca la labor de los periodistas y junto con los empresarios y dueños de medios podamos delinear políticas que mejoren las condiciones de vida de los trabajadores de la prensa”.

Otros datos presentados muestran que el 79% de los periodistas, que están entre asalariados e independientes, realizan sus labores bajo contratos de flexibles y por periodos cortos, y solamente el 21% tiene empleos estables con contratos indefinidos en condición de dependiente.

En lo que representan los beneficios que debería otorgar la empresa, solamente el 28% de los periodistas señaló estar afiliado a una de las cajas de salud de la seguridad social, mientras que el 45% no tienen ni un seguro de salud.

Además, el 70% de los periodistas afirmaron que dejaron de aportar para su jubilación y para otras prestaciones sociales debido a que sus contratos ya no contemplaban este derecho.

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