La carne de res ha vuelto a estar disponible en los mercados de Santa Cruz, tras la suspensión del paro convocado por los comercializadores de este producto en todo el departamento. No obstante, el precio del kilo gancho sigue elevado, está entre 25 y 26 bolivianos, por lo que los carniceros decidieron trasladar el precio al consumidor que debe pagar hasta 45 bolivianos por la carne de primera
En un recorrido realizado por EL DEBER en el mercado Santa Rosa, ubicado en la zona sur entre el segundo y tercer anillo, los comerciantes ya ofrecen una variedad de cortes, pero con franja de precio elevada.
Una de las vendedoras del mercado comentó a este medio que, aunque el suministro ha mejorado, los precios no han disminuido. El kilo de carne gancho se sigue comprando a 25 o 26 bolivianos, lo que obliga a los comerciantes a vender el kilo de carne de primera de 40 a 45 bolivianos y la carne de segunda, a 32 bolivianos.
Mientras que otros productos como la chuleta se ofrecen a 34 bolivianos, la carne molida a 26 bolivianos y los huesos, entre 10 y 12 bolivianos.
Provincias
En tanto, que algunas ciudades intermedias, si bien el para se levantó el sector carnicero sigue en emergencia. Esto porque en el fondo el problema no se ha resuelto y el precio del kilo gancho sigue elevado.
En Montero, los frialeros decidieron normalizar la venta de carne como el Germán Moreno, Villa Verde y el Mercado Popular. En estos centros de abastecimiento la proteína animal se vende en un rango de entre 38 y 42 bolivianos de acuerdo a la calidad.
Jhonny Alvarado, dirigente del sector carnicero explicó que a pedido del pueblo y cliente se decidió normalizar la venta después de que algunos frialeros estaban vendiendo de forma oculta el alimento hasta en 48 bolivianos el kilo.
No obstante, el dirigente aseguró que el sector sigue en emergencia y que hasta el momento no existe una solución al conflicto.
En Ascención de Guarayos el mercado campesino se encuentra paralizado debido al cierre de la mayoría de los friales (puestos de venta de carne), ya que no se ha logrado consensuar el precio de la carne con los vendedores locales.
De acuerdo con el reporte de Somos Noticia Tv Digital, solo un frial sigue operando, vendiendo carne de pollo, aunque a precios elevados. Los consumidores, como una compradora entrevistada, se quejan de que el pollo se vende entre 16 y 20 bolivianos por kilo, un precio que consideran excesivo.
El precio de la carne de cerdo también ha subido. Según otra vendedora, el kilo de cerdo criollo se vende entre 28 y 30 bolivianos, ya que ellos lo compran a 22-24 bolivianos. Esta situación ha persistido durante las últimas dos semanas sin señales de mejora, a pesar de la escasez que se vive.
Los habitantes de localidades cercanas, como Yaguarú, se ven obligados a viajar a Ascensión de Guarayos para intentar abastecerse, ya que en sus comunidades la carne y otros productos están agotados o a precios prohibitivos.
Una ama de casa relata que el costo del arroz ha subido a 12,50 bolivianos por kilo, y lamenta que su esfuerzo trabajando en pequeñas ventas ya no sea suficiente para cubrir los gastos del hogar.
Esta crisis no solo afecta a la carne y el pollo, sino que se extiende a toda la canasta básica, incluyendo productos como el arroz, la cebolla y el azúcar. Los residentes están preocupados por el aumento constante de los precios y solicitan la intervención de las autoridades para controlar el mercado y frenar el alza.
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