El gobernador cruceño Rubén Costas no se siente indiferente ante la crisis que atraviesan los productores de oleaginosas y los industriales. Ambos sectores están enfrascados en una disputa por el precio de la tonelada de soya.

Costas deslizó que esta problemática surge como consecuencia de una mala política de Estado, que limitó el incentivo productivo en cantidad y precio por prohibir el uso de transgénicos y poner cupos a la exportación cuando la soya alcanzó casi a los 700 dólares la tonelada en el mercado internacional.

"No soy partidario de los bloqueos, porque perjudica, pero no puedo quedar indiferente ante la actual realidad que viven los productores y de lo que representa la soya para el sector", dijo este lunes ante los medios.

El gobernador insistió en su pedido al Gobierno central para que cambie su política restrictiva y permita el uso de los transgénicos para que "esta crisis no alcance a productores de arroz", entre otros.

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