El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, expresó su preocupación ante la calificación crediticia de Bolivia otorgada por Standard & Poor's, que se mantuvo en "CCC+", indicando un alto nivel de riesgo en la capacidad del país para pagar su deuda pública a corto y largo plazo. Y advitió que la economía se muestra vulnerable y con riesgo default.
Romero señaló que la economía boliviana se enfrenta a una crisis estructural, principalmente fiscal, que se manifiesta en el déficit comercial, la caída de las reservas internacionales y una creciente deuda pública que, según estimaciones independientes, ya supera el 80% del PIB.
El informe subraya también la falta de dólares, un mercado cambiario paralelo elevado, problemas de abastecimiento de carburantes y una inflación acumulada cercana al 6% hasta septiembre.
Romero destacó que la crisis se ha agravado debido a un gasto público excesivo, déficits fiscales continuos —con un 11% el año pasado— y la incapacidad del gobierno para aprobar medidas estructurales que corrijan estos desequilibrios.
“Se ve vulnerabilidad en que el Banco Central de Bolivia no ha mantenido un tipo de cambio fijo porque no tiene el flujo importante de divisas para mantener el equilibrio en el mercado cambiario. Eso se ve en lo que es la actual situación de la economía, hay una caída de las reservas internacionales en más del 90% desde el 2014, además del déficit comercial, de nuestro sector del comercio exterior está deteriorado por factores internos y externos”, explicó.
Romero advierte que, de no implementarse reformas fiscales y económicas, el país podría enfrentarse a un default, una crisis de balanza de pagos y un escenario de estanflación. Además, resaltó la falta de coordinación entre las facciones políticas y dentro del propio gobierno, lo que dificulta la aprobación de créditos y la toma de decisiones económicas claves.
“Hay un contexto, un escenario muy complicado si es que no se corrigen y no se toman medidas estructurales, principalmente fiscales, y aunque esas sean antipopulares, puede generar una están nuestra inflación puede generar un default puede generar una crisis de balance de pagos”, sostuvo
El economista insistió que la una situación es “realmente bastante compleja para este gobierno, pero principalmente el próximo que venga ya que hay pagos de más de 400 millones de dólares de estrés en la deuda en términos de bonos soberanos del 2027”.
Romero sugirió tomar acciones pragmáticas y no politizadas para corregir las fallas económicas, enfatizando la necesidad de una mayor sinergia entre el sector público y privado para evitar que la situación se deteriore aún más.
El pasado 4 de octubre, la agencia Standard & Poor's Global Ratings confirmó las calificaciones crediticias de Bolivia, tanto en moneda extranjera como local, manteniéndola en CCC+, lo que representa una advertencia seria sobre el estado de la economía del país.
Romero destacó que esta calificación implica que la economía boliviana atraviesa graves problemas fiscales, monetarios, comerciales y políticos, lo que coloca al país en una situación vulnerable con respecto al cumplimiento de sus obligaciones financieras.
La calificación CCC+ sugiere un alto riesgo de incumplimiento en el pago de la deuda externa pública, particularmente en los próximos años, cuando Bolivia deberá hacer frente a importantes vencimientos de bonos soberanos.
Proyecciones económicas y futuro incierto
Se espera que la economía boliviana crezca menos del 1.5% este año, afectada por una combinación de factores internos y externos, como incendios forestales y fluctuaciones en los precios internacionales de las materias primas. Además, la inflación ha alcanzado un nivel preocupante del 6% en septiembre, duplicando las proyecciones gubernamentales y exacerbando la crisis cambiaria, con una notable escasez de dólares.
Para Romero, el mayor desafío de Bolivia se perfila en los próximos años, cuando el gobierno enfrentará el vencimiento de deuda por más de 800 millones de dólares entre 2026 y 2027. La situación actual, con una deuda pública que supera el 80% del PIB, hace prever dificultades para cumplir con estos pagos.
Rechazan informe
Mediante un comunicado de prensa, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas rechazó el informe de la calificadora y sostuvo que “Bolivia tiene entre sus prioridades el cumplimiento de todas las obligaciones adquiridas ante sus acreedores en el corto y largo plazo” y “rechaza las estimaciones pesimistas de posibles incumplimientos como lo anuncia la calificadora de riesgo Standard & Poor`s”.
“A pesar de los constantes anuncios sobre un posible cese de pagos de la deuda, al 30 de septiembre de 2024, Bolivia ha cumplido con el pago del 82% de la deuda pública externa programada para este año. Asimismo, en el marco de la gestión sostenible de la Deuda Pública, el ratio de la deuda pública consolidada presentada como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), a mayo de 2024, alcanza a 45,1% y no supera el 60% del PIB, como afirma S&P”, afirma.
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