Vecinos de una zona céntrica al norte de la ciudad, entre primer y segundo anillo de circunvalación, soportaron desde la madrugada del jueves y algo avanzada la mañana, una interrupción en el suministro de agua potable. Es probable que algunos desprevenidos y/o distraídos no se informaron de los trabajos que la cooperativa encargada del servicio debía realizar en la red, con la finalidad de mejorar sus prestaciones. Entonces, se desató un ‘bombardeo’ de llamadas telefónicas al 178, número para reclamos y emergencias disponible dizque las 24 horas y que en estos casos es de obligada recurrencia.

Si a usted le cortan el agua cuando está bajo la ducha enjabonado y cantando, puede no resultar buena idea marcar el 178 porque un mensaje grabado repite, una y otra vez, cuando la llamada ingresa supuestamente a una central telefónica, que todos los funcionarios están ‘ocupados’ en ese momento y, por tanto, no pueden atender su requerimiento. “Espere o llame más tarde,” agrega sin más, mientras se deja escuchar una melodía al piano como fondo de una curiosa como inapropiada respuesta.

“Suceso o situación que se presenta de improviso y requiere de una atención inmediata” es el significado de la palabra ‘emergencia’ que registra el diccionario de la lengua española. No cabe ninguna duda que el ‘agua de todos’ que consumimos los cruceños es de la mejor calidad. Por eso es recomendable implementar una línea de continuidad en la atención de la gente que paga por un servicio eficiente, confiable e imprescindible.