Con más pena que gloria, Israel Huaytari Martínez (MAS) acaba de cerrar su gestión como presidente de la Cámara de Diputados. En noviembre de 2023 accedió al cargo por ‘mayoría simple’ en segunda vuelta. Es potosino y tiene 39 años cumplidos. Durante un año ocupó el tercer lugar en la línea de sucesión presidencial. Cuando asumió sus funciones se comprometió a trabajar “en el marco del consenso, del respeto y la unidad.” Señala como sus logros la aprobación de ‘importantes créditos’ para impulsar proyectos de saneamiento y desarrollo en diferentes regiones del país.

A la falta de capacidad y experiencia de Huaytari Martínez, se sumaron algunos hechos irregulares que ensombrecieron su discreto paso por Diputados. Como el relacionado con la donación que hizo a una pequeña comunidad potosina de un vehículo indocumentado. O la entrega de celulares a diputados, aunque para devolverlos después de usarlos. También levantó polvo la exigencia pública de un hermano suyo para que honrara un préstamo que él había solicitado para financiar su campaña electoral. Por último, fue sorprendido en un encuentro ‘inapropiado’ conversando en reserva con uno de los considerados principales candidatos a la Fiscalía General del Estado, poco antes de que se produjera su designación.

El ala arcista del MAS eligió a Omar Yujra como candidato a la Cámara Baja en la que, en medio de una prolongada y profunda crisis de institucionalidad en Bolivia, se deja nomás sentir la ausencia de los más idóneos y confiables conductores.