Hoy, 21 de agosto, es el cumpleaños de Pedro Rivero Jordán, el director general de EL DEBER. Y él escogió este día para presentar las memorias de los 50 años de desempeñó como periodista. En esas cinco décadas, ‘Choco’, como lo conocen sus amigos y allegados, cumplió todas las tareas que hacen a una redacción y vivió la historia de Santa Cruz y de Bolivia en primera fila. Ese es el valor de este documento para el periodismo boliviano y para la historia del país.

Hecho a machete, se lee en uno de los subtítulos de este libro. Rivero afirma que no tiene formación profesional como periodista, pero asegura que se formó trabajando codo a codo con los mejores del oficio y haciendo acopio de cuantas experiencias le fueron posibles.

Desde la redacción, los periodistas tenemos al lado a un hombre que se arremanga la camisa y que, aún desde su rol como director, no tiene reparos en cumplir la tarea que se necesite. Asimismo, es defensor de la verdad y del buen desempeño, sin hacer concesiones al poder. “La búsqueda permanente de la verdad y el servicio permanente a la comunidad fueron y siguen siendo mi catecismo”, escribe en el libro.

“Como pocos, ejerció todas las funciones en un periódico moderno: reportero, fotógrafo, redactor, editor, director, maestro; y conoció la prensa con linotipos, la impresión offset, el teletipo, la computadora, el internet, la radio, los multimedia. Con una gran ventaja: fue canillita, similar a esos grandes chefs que saben qué quieren los comensales porque comenzaron lavando vajillas”, escribe la periodista e historiadora Lupe Cajías en el prólogo.

En las memorias de Pedro Rivero Jordán está inserta una faceta a la que también dedica su atención y pasión: la formación de nuevos periodistas, como director de la carrera de Periodismo de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz). Es probable que el libro esté dedicado a los estudiantes, porque en sus páginas también describe la relación con el poder y su paso como cabeza y miembro de los directorios de instituciones valiosas para la defensa de la libertad de expresión, como la Asociación Nacional de la Prensa y la Sociedad Interamericana de Prensa.

En el libro, finamente presentado, hay capítulos fundamentales para la historia de Santa Cruz y de Bolivia. La lucha que sostuvo desde EL DEBER contra las logias en el manejo de la Cooperativa COTAS; la realidad de la frontera, particularmente, San Matías; la lucha de los periodistas para que no se imponga la censura en la Ley contra el Racismo, así como los acontecimientos del extenso paro que acabó con la renuncia de Evo Morales, tras el fraude electoral de 2019.



Pedro Rivero se destaca con la pluma y también con la palabra oral. Por eso, se declara seducido por la radio y habla de su paso por la radio en programas en los que imprime su sello.


Nuevos tiempos

“Le tocó a Pedro Rivero Jordán desarrollar las iniciativas más arriesgadas y mantener al matutino, tanto en la técnica como en los contenidos, al ritmo de los grandes periódicos de Sudamérica y del mundo, tarea compleja porque es en el área de los medios de información donde la avalancha de las nuevas tecnologías se siente con mayor explosión”, dice Lupe Cajías al valorar el rol del autor del libro.

“Pedrito tuvo el coraje de mantener el estandarte en medio de las muchas tormentas, tal como relata en este pulcro texto, como atestiguan los reporteros de El Deber y la credibilidad que goza en todos los sectores sociales”, concluye.

Cincuenta que cuentan será presentado esta noche en el auditorio de Unifranz, en el segundo anillo y avenida Busch, a las 19:30.


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