Hasta que por fin se dijo oficialmente: los incendios no son “desastre natural” ni descuido de los pobres campesinos chaqueadores, no señores; obligados por las declaraciones de los bomberos profesionales españoles, el gobierno también ha tenido que reconocer que los incendios son una actividad delincuencial premeditada y planificada, promovida por bandas criminales de traficantes de tierras, con la ingenua complicidad de algunos cruceños fácilmente identificables  y protegidos  por conocidas instancias del partido de gobierno, paradójicamente por aquellas creadas para defender el territorio y sus riquezas.

Ya es evidente que el principal objetivo de esos incendios es la toma de parque nacionales, reservas forestales y en general áreas protegidas nacionales o municipales para alimentar con esos territorios el tráfico de tierras y de paso, debilitar a Santa Cruz y potenciar el proceso de  “colonización política” del oriente. Hay quienes dicen que también el narcotráfico está interesado en abrir nuevos caminos expeditos de salida hacia el Brasil….

Si los grupos delincuenciales corresponden al sector “arcista” o “evista” ya es irrelevante, aunque lo mas probable es que sean ambos los involucrados: Los de Arce para traficar, enriquecerse  y hacer política con la población indígena andina y los de Evo para además de hacer plata, terminar de derribar a Arce.

 Porque los incendios son el punto final, el punto de llegada de esa ansiada comercialización de los bosques pregonada por Garcia Linera y Evo Morales,  convirtiéndolos en tierras que cumplan su “función social”. Se cumple así la destrucción del Oriente Boliviano, convirtiendo su increíble riqueza natural en un páramo que rápidamente se convertirá en barbecho. Reconstruir la increíble riqueza y biodiversidad de esos bosques, lo dicen los entendidos, es imposible o requerirá mas de cien años. No es nomás “reforestar”.

Ha sido una batalla por la destrucción  del bosque para convertirlo en parcelas agrícolas, y lo lamentable es que por ejemplo las famosas leyes incendiarias han sido apoyadas con entusiasmo por ciertos poderosos sectores empresariales locales.

Y los pobladores de este que una vez fue un paraíso estamos quedando sin futuro,  despojados de nuestra  mayor riqueza y de lo que era nuestro seguro para el futuro: Otros, con la evidente complicidad de algunos cruceños, habrán  transformado sus monumentales bosques en una raquítica sabana, como esas que se ven en los documentales del África, donde solo se ven esas praderas con muy pocos árboles, sin agricultura y donde solo se adaptan  felinos, elefantes   ciervos y alguna otra especie, que se deben desplazar miles de kilometros cada año en búsqueda de agua en la época seca.

Si señores, se ha cometido un enorme crimen contra el oriente boliviano y su gente, se ha destruido su hábitat y su futuro pero lo peor es que los efectos de esta destrucción serán también sentidos y sufridos en la zona andina pues el agua que recolectaban venia de esos ríos aéreos amazónicos que al chocar con los andes, los bendecía con el agua, ríos aéreos que en pocos años desaparecerán para siempre.

Amigos historiadores, afinen bien sus computadoras para contar como fue que sucedió semejante catastrófica tragedia  que destruyó los bosques y la salud de los ciudadanos y quienes fueron los directos responsables. Será justicia.