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Ecología urbana
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28 de noviembre de 2024, 3:00 AM
Roberto Unterladstaetter K.
La ecología es una ciencia del ámbito de la biología, el término fue acuñado por el alemán Ernst Haeckel (1834-1919), acérrimo seguidor del evolucionismo darwiniano. La ecología estudia la relación de los organismos con su ambiente o medio.
Existen varias especialidades de esta ciencia y en esta oportunidad nos referimos a la relación de los ciudadanos que coexistimos con nuestros congéneres, con la flora, la fauna (mascotas y otros animales incluso los dañinos de todo tipo) en un área más o menos organizada, en un ambiente generalmente conocido como pueblo o ciudad gestionada por nosotros mismos a la que quisiéramos civilizada, educada, desarrollada y amigable para vivir.
La ecología urbana se refiere a la interacción de ambientes naturales y el desarrollado y construido por los seres humanos en ese ambiente, resultando en conglomerados urbanos con aspectos socio-económicos y culturales con características propias por haberse desarrollado en determinados ambientes y en el caso boliviano por humanos generalmente de un solo origen o de mucha diversidad.
Se debe considerar que en los últimos 50 años los ecosistemas han cambiado de manera más rápida que en cualquier otro periodo de tiempo en la historia, esto ha puesto en riesgo a la biodiversidad del entorno que hace posible la vida y el bienestar humano.
En otras situaciones la naturaleza es la que construye, desarrolla y equilibra ambientes, y nunca se equivoca. En la naturaleza existe un orden establecido y casi nunca un caos ya que existe una disposición por la cual cada objeto inanimado u orgánico ocupa el lugar que le corresponde y cumple con la función que le es propiamente asignada.
Santa Cruz de la Sierra la ciudad más poblada de Bolivia, capital del departamento más desarrollado y municipio con los mayores recursos aportados por sus contribuyentes es quizás también la capital de departamento peor administrada, más sucia, corrupta, desordenada del país.
El casco viejo, los parques y paseos abandonados, aceras destruidas e extremadamente difíciles de transitar, imposibles para personas de edad avanzada, escombros y basurales por doquier.
El sistema de transporte público en manos de algo parecido a una mafia que maneja un parque de buses en un 80% obsoletos y mal mantenidos que pagan muy mal a sus “trabajadores del volante” que no saben lo que es seguridad social (salud, beneficios, jubilación) pero tampoco saben lo elemental de los reglamentos de tránsito y por ello solo los improvisados, mal educados y prepotentes ocupan esas fuentes de empleo y para colmo la institución oficial designada y que pagamos con nuestros aportes, para poner orden y hacer cumplir las leyes, para mover una patrulla debe cumplir una serie de procedimientos típicos de una cadena de valor: el comandante, el teniente, el subteniente dependen del patrullero para que satisfaga a cada uno de los eslabones de “valores”, sino el patrullero no come extra y no le dan la motocicleta o la camioneta.
La basura urbana gran parte formada de residuos orgánicos es simplemente enterrada “entierro sanitario” le dicen en lugar de ser convertida en energía y abonos orgánicos tan necesarios para pequeños y medianos agricultores; ninguno de los aspectos planificados para la gestión integral de residuos se cumple ni siquiera a medias. En el ecosistema urbano somos nosotros los ciudadanos que aportamos y exigimos el ambiente en el que quisiéramos vivir civilizadamente y obviamente la mayoría queremos vivir en uno trasparente administrativamente, seguro, limpio, saludable, cómodo, pero a diferencia de las leyes naturales, permitimos (salvo muy escasas y honrosas excepciones en todos los casos) que ignorantes, ineptos y los más corruptos dirijan y administren el ambiente que habitamos.
Un pueblo o una ciudad es en cierta forma un sistema y un sistema es un conjunto ordenado de componentes con funciones que operan en armonía y con un mismo propósito que debe ser el bien común con amplia repercusión social, cultural y económica.
Por su propia naturaleza, un sistema posee reglas o normas que regulan su funcionamiento y como tal puede ser entendido, aprendido y enseñado. En este sentido la educación ciudadana debe ser uno de los principales objetivos a desarrollar. Platón sentenciaba que “la educación es la virtud y la meta de convertirse en un buen ciudadano”.
En general, lo ideal es que los elementos de un sistema interactúen y se interrelacionen entre sí para lograr la perfección, lo que en una ciudad se traduciría en un amplio bienestar común.
Si solo uno de los elementos de un sistema falla, en nuestro caso si la educación ciudadana falla, todoel propósito colapsa y el caos se hace cargo de la situación. Se supone que la ciudad de Santa Cruz cuenta con todos los elementos legales, funcionales, logísticos, operativos, etc., sin embargo, reina el caos y la corrupción en todo sentido. Aquí recordemos el proverbio turco: Si un payaso se muda a un palacio no se convierte en rey, el palacio se convierte en un circo.
Muchos nos atenemos a las normas y reglas de civilidad, muchos están en él no me importa y otro tanto son los que predan, ensucian y ultrajan la otrora amable, acogedora y hospitalaria ciudad con prepotencia y coimas. ¿Qué es lo que pasa?
En general nunca como ahora estamos viviendo en una caquistocracia general (los más incompetentes, los menos calificados, los más cínicos, los más corruptos administran la ciudad y más allá también).
En la naturaleza los disturbios en un ambiente se corrigen brutalmente, lo vemos casi a diario como Natura se hace sentir. Ojalá, quiera el Nº 1, esa furia no nos sorprenda cualquiera de estos días por falta de haber implementado un sistema trasparente de administración, no habernos involucrado en educación ciudadana con responsabilidad ciudadana en la que se enseñe la importancia de la cultura de la civilidad común.
La cultura es producto de la evolución biológica (C. Darwin) por lo que es capaz de influir en la diversidad de los ecosistemas y condicionar sus tendencias a futuro, pero el sentido común parte de esa cultura y la ciencia nos debería dar el rumbo para desarrollar una ciudad pensando en los ciudadanos del futuro.