San José volvió a perder. Sumó la undécima derrota consecutiva. En realidad, perdió todos los que disputó.

Real Santa Cruz hizo leña del árbol caído. Del equipo diezmado, en una crisis casi terminal, con enormes deudas y jugadores impagos hace mucho tiempo. En situación de abandono.

Pero, pese a todo, San José tiene quien lo quiere. Como Johnny Flores, un empresario orureño, dedicado a la comercialización de minerales, un hincha que se apiada de la situación del “equipo de sus amores”, y le tiende la mano, y contrata un bus (“de primer nivel, el Chino Bus”, dice) para que los jugadores viajen como la gente.

Pagó 4.000 Bs. para que retornen a Oruro. No se hace cargo del club por” miedo a la deuda”, pero seguirá metiendo la mano al bolsillo para colaborar.

Así como hubo muchos que le hicieron daño, hay quienes lo quieren y lo ayudan para que siga con vida.