Alfredo Ballerstaedt G.


Recojo el guante (“René-Moreno, lamentablemente, a pesar de ser un referente de las letras bolivianas, es un completo desconocido en el ámbito universitario cruceño. Desde la universidad nos toca recuperar su memoria y, por supuesto, su obra”) del acucioso e ilustrativo artículo del señor Gilberto Rueda Esquivel, “Cátedra René Moreno”, publicado en El Deber (31.5.2024), para formular la siguiente propuesta.
Si hay en Bolivia algún consenso es este: Gabriel René-Moreno (GR-M) es el más grande escritor e historiador boliviano del siglo XIX (“posiblemente no superado hasta hoy”, dice José Luis Roca). Intelectuales, investigadores y académicos de orígenes, tendencias y orientaciones tan disímiles como René Zavaleta, Roberto Prudencio Romecín, Emilio Finot, Enrique Kempff Mercado o Alcides Arguedas (y podría seguir) tienen algo en común: su devoción por la obra del polígrafo cruceño.
Pero no bastan el religioso arrobamiento de panteón (“fúnebres” las llamaría GR-M) y la parafernalia de la ceremonia oficial si no se queman las amarras de la admiración y el discurso hueros del único modo posible: leyendo la inmensa obra de GR-M.
Para que eso ocurra, es decir, para conocer la obra del “príncipe de las letras”, del “padre de la historiografía moderna”, hay que hacer lo que es obvio hacer: publicar sus trabajos.
Plural editores, que ha abierto una dirección editorial en Santa Cruz, ha creado la “Biblioteca Gabriel René-Moreno” dentro de su colección Orientalia, con el propósito de publicar la Obra completa (OC) de GR-M (que no es un anhelo nuevo: ya Carlos Medinaceli, por ejemplo, ferviente admirador de GR-M, lo había planteado en por lo menos dos artículos en 1933: “Don Gabriel René-Moreno y su centenario” y “La edición de las Obras completas de René-Moreno”. Es más: incluso, el mismísimo Congreso boliviano, en ley del 9.12.1933, dispuso publicar las Páginas escogidas de GR-M, proyecto que nunca se materializó, seguramente por la furibunda oposición del entonces diputado Franz Tamayo). La empresa no es fácil por dos razones: primero, por lo monumental de la producción intelectual de GR-M, realmente colosal, que exigirá conformar un robusto equipo de transcriptores, correctores, editores y diseñadores que alimenten con solvencia los momentos de la cadena editorial; y, segundo, por la movilización de recursos financieros, que demandará una verdadera cruzada regional de involucramiento con el proyecto.
Veamos, pues, un resumen de la propuesta de Plural editores.
La edición de la OC de GR-M reunirá sus crónicas y ensayos históricos en siete tomos impresos (3.628 páginas en total) y un sitio web accesible (vía QR) con la edición facsimilar digital de sus 10 tomos de bibliografías y colecciones de documentos (6.018 páginas).
El trabajo editorial que demandará la edición de 3.628 páginas será considerable: luego de la investigación y consulta –en archivos y repositorios nacionales y en sitios web– necesarias para reunir y obtener todos los textos que serán incluidos en la OC, se procederá a su transcripción, cotejo y edición. La edición de los textos es, con mucho, el trabajo que exigirá la mayor inversión de tiempo y esfuerzos en las tareas de actualización y corrección ortotipográfica, actualización de la puntuación, corrección y cotejo del sistema de notas, ajuste de las referencias internas, elaboración de índices, etc. Una vez editados, los textos serán maquetados e impresos en una edición que tendrá la mitad de ejemplares con tapa blanda y la otra mitad con tapa dura y sobrecubierta.
El material adicional de los repertorios bibliográficos y documentales elaborados por GR-M (6.018 páginas o 10 tomos) será escaneado, preparado en ediciones facsimilares y puesto a disposición en un sitio web de acceso mediante QR o directamente desde un navegador.
En esta propuesta de la OC impresa, como se puede advertir, no están contemplados los extraordinarios trabajos bibliográficos que, sin duda, están entre los más valiosos de la tradición bibliográfica latinoamericana; su ausencia, insisto, en la publicación impresa, se debe a razones estrictamente financieras. En efecto, si a los siete tomos se le añaden los 10 de los trabajos bibliográficos y colecciones documentales, el proyecto de las OC alcanzaría los 17 tomos (9.646 páginas), y el costo, por tanto, se incrementaría considerablemente. Sin embargo, la posibilidad de publicar el universo de los trabajos de GR-M está, por supuesto, abierta.
Para acompañar las tareas de esta OC, se creará un comité de asesoramiento que estará conformado por especialistas en la obra de GR-M.
Sin lugar a dudas, este será uno de los más ambiciosos emprendimientos editoriales en la historia del libro en Bolivia.
Pero, además, como los grandes proyectos no vienen solos, este apetitoso programa moreniano se enriquecerá con la reedición de los trabajos más reputados de los morenistas más insignes: Gunnar Mendoza, José Luis Roca, Josep M. Barnadas, Ramiro Condarco Morales, Hernando Sanabria, Guillermo Ovando Sanz, Humberto Vázquez Machicado…
Si a esta propuesta de la OC del cruceño más célebre de la historia de Bolivia se le suma la reapertura de la “Cátedra René-Moreno”, ¿se puede pensar en un mejor homenaje para el Bicentenario? No lo creo.