En los tiempos que vivimos, cuando los indicadores económicos se mueven en la dirección no esperada por el gobierno y la población lo único que quiere es vivir en paz, tener previsibilidad de su futuro y progresar, toda opinión con relación a la situación de la economía, más allá de las estadísticas gubernamentales de las que muchos analistas y políticos desconfían, puede ser tildada como interesada hacia el lado oficialista u opositor, siendo uno de los puntos de discordia, si en Bolivia hay o no hay, una crisis de balanza de pagos.

Para resolver tal intríngulis y evitar caer en los extremos de que “todo está bien” o que “estamos raspando la olla”, decidí hacer el experimento que varios colegas columnistas han realizado ya, esto es, recurrir al auxilio de la Inteligencia Artificial (IA) para dilucidarlo, confiando en que la IA “se basa en algoritmos y modelos matemáticos que permiten a las máquinas aprender de datos y tomar decisiones o realizar acciones de manera autónoma”, de ahí que la IA lleva a la eliminación de juicios de valor y puede acercarnos a la “verdad verdadera”.

Entonces, le pedí a la IA que en primer término defina qué se entiende por “balanza de pagos”, respondiendo que se trata de un registro contable que documenta todas las transacciones económicas entre un país y el resto del mundo en un período específico. Seguidamente, le pregunté, qué se entiende por crisis en balanza de pagos, a lo que contestó que ello ocurre cuando un país enfrenta dificultades significativas para financiar sus déficits o para mantener el equilibrio en su cuenta corriente, lo que puede deberse a un alto déficit en esta última, la fuga masiva de capitales, una baja en las reservas de divisas extranjeras o una pérdida de confianza en la estabilidad económica.

Requerido su análisis específico para el caso de Bolivia, la IA dijo que la caída de los precios de sus principales exportaciones como el gas natural y los minerales, así como el aumento de las importaciones y la gestión de las Reservas Internacionales Netas contribuyeron al desbalance de dicha cuenta.

Le pregunté entonces qué se debía hacer para dar solución a un déficit en balanza de pagos y esta fue su respuesta: 1) Fomentar las exportaciones: Promover a los sectores exportadores con incentivos fiscales, mejoras en la infraestructura, logística, y programas de apoyo a las empresas para aumentar la competitividad y diversificar los productos exportados; 2) Disminuir las Importaciones: Implementar medidas para fomentar el consumo de productos nacionales (¿sustitución competitiva de importaciones?); 3) Ajuste Fiscal: Disminuir el gasto público y mejorar la recaudación de impuestos para reducir el déficit fiscal que puede estar contribuyendo al desbalance de pagos; 4) Atraer Inversión Extranjera: Crear un entorno favorable para captar capitales externos con reformas regulatorias, incentivos fiscales y un marco legal sólido para fomentar el flujo de capital; 5) Estabilizar la Moneda: Con políticas monetarias adecuadas, indicando que un tipo de cambio estable puede ayudar a reducir la presión sobre la balanza de pagos; 6) Incrementar el Turismo: Promover esta actividad como fuente de ingresos de divisas extranjeras, desarrollando estrategias de marketing y mejorando la infraestructura para atraer más visitantes: 7) Mejorar la Productividad: Implementar reformas que ayuden a reducir los costos de producción y a hacer los productos nacionales más competitivos en el mercado internacional; 8) Gestionar la Deuda Externa: Negociar con los acreedores para reestructurar las obligaciones de los créditos, obteniendo condiciones más favorables para aliviar la carga del servicio de la misma; 9) Promover la Diversificación Económica: Desarrollar la base productiva para reducir la dependencia de pocos sectores que pueden ser vulnerables a fluctuaciones del mercado global; 10) Fomentar el Ahorro Nacional: Incentivar el ahorro interno para reducir la necesidad de financiamiento externo y fortalecer la estabilidad económica general.

Viendo tantas respuestas coincidentes con mis pensamientos, consulté entonces a la IA cuál sería la causa de la crisis en Bolivia y me respondió que es multifacética, con factores interrelacionados: 1) Inestabilidad política; 2) Conflictos sociales; 3) Problemas económicos; 4) Corrupción y mala gestión; 5) Tensiones entre regiones del país que exacerban la crisis política y económica.

Finalmente, curioso como soy, le pregunté por qué Bolivia, teniendo tantas potencialidades no se había desarrollado, comprobando que, lo que decimos desde el sector privado, coincide con su análisis: 1) Alta dependencia de recursos naturales; 2) Inestabilidad política; 3) Infraestructura deficiente. ¿Clarísimo, no?

Esta columna va dedicada a quienes tienen la alta responsabilidad de administrar el Estado, asimismo, a quienes pretenden conducirlo en un año más: Si no creen lo que dicen los privados, por su propio bien, crean lo que, sobre Bolivia, dice la Inteligencia Artificial…