Los marchistas de la Amazonía, Oriente y Chaco boliviano que se encuentran desde hace más de 55 días en Santa Cruz respetan el acuerdo alcanzado el martes por la noche entre el Gobierno nacional y los indígenas, campesinos y originarios del bloque chiquitano, debido a que tienen agendas petitorias diferentes.

Ambas columnas llegaron a Santa Cruz con demandas diferentes. El exdirigente de la Cidob Adolfo Chávez explicó que no había coincidencia, por ejemplo, en la propuesta de dotación de tierras. Los marchistas que partieron de Beni el 25 de agosto hacia Santa Cruz proponen la distribución de parcelas colectivas, mientras que los de la Chiquitania pidieron titulación individual.

Dentro de la misma línea, el vocero de la nación guaraní en la marcha, Celso Padilla, recordó que el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, que gestionó el acuerdo con los marchistas de la Chiquitania, fue rechazado en las tres oportunidades que se acercó a la columna de la marcha porque no era la persona indicada para resolver el problema de la tierra. “El acuerdo no nos afecta ni molesta porque el 27 de octubre cerramos este ciclo (de negociar con el Gobierno), estamos trabajando en la constitución del Parlamento Indígena”.

Mesas de trabajo

El cacique de la marcha chiquitana, Franklin Moreno, resaltó que si bien hay un acuerdo con el Gobierno para armar mesas de trabajo para el 10 y 15 de enero del 2022, falta concretar aspectos vinculados a la seguridad y transporte para volver a sus comunidades.

“También estamos esperando concluir nuestras mesas de trabajo con la Gobernación, por lo que cuando firmemos este último acuerdo podremos retornar”, afirmó el cacique Moreno.

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