PAÍS CONFLICTO
Los leales a Arce defienden magistrados prorrogados y el diálogo se estanca
Los legisladores del ala arcista dicen que la oposición y los evistas quieren generar un vacío de poder para dominar él Órgano Judicial. Un experto constitucionalista ve que el TCP cometió un delito al pronunciarse sobre un proyecto de ley en debate. Las conversaciones siguen en la Vicepresidencia
2 de febrero de 2024, 4:00 AM
El Gobierno y legisladores arcistas levantaron un muro de defensa de los magistrados del Órgano Judicial que se autoprorrogaron en sus mandatos, quienes, a pesar del rechazo generalizado, permanecen inmunes en sus puestos, e incluso exigen al Legislativo que cumpla la orden del TCP de legalizar su prórroga.
En tanto, la comisión legislativa, en su cuarto día de reunión en la Vicepresidencia, se estancó en el punto de la autoprórroga, justamente porque los ‘arcistas’ dicen que son irremplazables.
Para el presidente de la Comisión de Constitución, de la Cámara de Diputados, Juan Jáuregui, es claro que “existen connotaciones políticas”, porque sus colegas opositores y la corriente evista se “atrincheró” con el objetivo de “descabezar” al Órgano Judicial al rechazar la autoprórroga de los magistrados y busca provocar un vacío de poder y paralizar los procesos judiciales.
“Lastimosamente, se insiste en poder descabezar un órgano, poner en riesgo por casi ocho meses, que es el tiempo aproximado que va a demorar el proceso de renovación de altas autoridades”, dijo el legislador arcista y desechó las propuestas de la oposición de, por ejemplo, designar por seis meses a los jueces decanos para que ocupen las acefalías del Órgano Judicial.
En esa línea, el jefe de bancada arcista, el diputado Jerges Mercado, dijo que no se puede “descabezar al Órgano Judicial como algunos pretenden por intereses políticos”. Para el diputado cruceño, sólo los prorrogados pueden administrar la justicia.
“Si no se quedan ellos, la pregunta es ¿quién administra la justicia mientras tanto?, (con una medida que sea) apegada a la Constitución Política del Estado. (…) La mejor forma de sacar a estos magistrados que nadie quiere que se queden es aprobando una ley y administrando las elecciones judiciales”, dijo.
El vocero de la Presidencia, Jorge Richter, también salió a decir que el objetivo de los adversarios del Gobierno es tener un “control sobre el poder judicial” y apuntó como responsable de la crisis a “una persona”, refiriéndose a Evo Morales, que por “su capricho” quiere volver a postularse sin tomar en cuenta que la Constitución no le permite.
Posturas
El analista y experto constitucionalista, Carlos Börth, planteó tres alternativas de solución para salir de esta crisis que cada día se agrava. La vía es cumplir lo que dice la Declaración Constitucional 049 en relación a las observaciones al proyecto de ley 144, y tratar aparte, la autoprórroga.
“Separemos, no juntemos las dos cosas. Si ya hay consenso y han encontrado la fórmula para superar la declaratoria de inconstitucionalidad de los artículos 14, 29 y 30 y de la disposición adicional sexta del proyecto 144, que lo aprueben y no introduzcan ningún artículo referido a la autoprórroga porque estaría fuera de lugar”, dijo Börth, a EL DEBER.
En cuanto a los autoprorrogados, el experto dijo que con la última resolución que ordena al legislativo validar su prórroga, los magistrados han cometido un delito porque se han pronunciado sobre algo que no existe, es decir, un proyecto de ley en debate, detalle suficiente, además de su autoprórroga para que el Legislativo inicie un juicio de responsabilidades en su contra.
La otra vía de solución sería política: “El Ejecutivo les da (a los magistrados) una salida honorable. Llamarles y decirles: ‘hemos hecho todo lo posible, ya no es factible mantenerlos, por favor renuncien. Y después que los magistrados convoquen a conferencia para decir que han decidido irse a sus casas”.
La oposición ve que todas las corrientes del MAS pelean por el poder y bloquean una solución a la crisis de la justicia: Por un lado los bloqueadores de las carreteras y por el otro, los arcistas en el Parlamento.
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