Carlos Mesa confirmó que acudirá hoy a declarar a la Fiscalía dentro del caso de terrorismo, sedición y conspiración, pero advirtió que no agachará la cabeza ni dará explicaciones al MAS ni al Gobierno sobre hechos inexistentes.
Sin adelantarse al contenido de su comparecencia ante la Fiscalía, el expresidente consideró “lapidaria” la memoria de la Iglesia católica sobre los diálogos de pacificación y atribuyó toda esta “tramoya” de un proceso judicial “armado” a la obsesión “enfermiza” de Evo Morales con el poder.
“Por órdenes de Morales, que acepta Luis Arce, el Ministerio Público y el poder judicial han armado un caso de la forma más chapucera, el delirante invento denominado ‘golpe de Estado’’. La Fiscalía da más credibilidad a las páginas de un libro que a dos leyes del Estado, la que anula las elecciones fraudulentas y la ley excepcional de prórroga de mandato constitucional de autoridades electas, que prolongó la gestión de la entonces presidenta Áñez. Ambas leyes, sancionadas por la Asamblea controlada por el MAS, reconocen la plena legitimidad y legalidad constitucional del gobierno de Áñez”, dijo en conferencia de prensa.
El expresidente Jorge Quiroga dijo que “Evo hizo fraude demostrado por la auditoría que pidió, se fugó, su bancada después anuló el fraude y extendió mandato constitucional de Añez. Ahora arremete contra Carlos Mesa. La Iglesia dijo la verdad; exigimos que la UE, ONU y España hablen hoy”.
Durante la crisis de octubre y noviembre de 2019 hubo una corriente masista que buscaba salvar la sigla; otra que apostaba por el desastre. Uno de los bandos era liderado por Adriana Salvatierra, otro por Eva Copa. Los exministros se ocultaron