Mauricio R. Alzérreca

Los votos de la oposición no deben tropezar con la misma piedra, pues los votos duros del gobierno masista están diseñados para perpetuar un Estado mafioso y prebendal que beneficia a los grupos que actúan al margen de la ley, como los narcotraficantes, cooperativistas mineros, avasalladores de tierras, contrabandistas y "movimientos sociales". Estos grupos, como buscadores de rentas, funcionan infiltrándose en las instituciones estatales corrompiéndolas.

Los partidos políticos de la oposición deben aprovechar los múltiples tropezones y caídas del MAS de los últimos años y especialmente de los últimos meses, para abordar las próximas elecciones con un liderazgo sólido, un programa coherente y mensajes pertinentes y claros, que respondan a la realidad crítica de Bolivia, para vencer a ese voto mafioso.

La alternativa de la oposición debe poseer las capacidades, los recursos y las narrativas esenciales, que abarquen no solo aspectos técnicos y económicos, sino también los políticos que le permitan garantizar la gobernabilidad y la seguridad nacional, de manera firme. Esto implica trascender los discursos y narrativas monoculturales y disminuir la polarización social, además de abordar la creciente intensidad de los conflictos culturales y regionales.

Las condiciones de posibilidad para garantizar el Estado de derecho con seguridad jurídica podrían mejorarse, reforzando la aspiración de levantar un país autonómico que disminuya los regímenes políticos centralistas e hiperpresidencialistas que, fomente y ofrezca oportunidades equitativas para la innovación, el espíritu empresarial y la inversión.

Este cambio facilitaría la diversificación productiva y reduciría la dependencia de las prácticas extractivistas, que son perjudiciales para la sostenibilidad medioambiental, la prevención de la salud pública, la disminución de la conducta de buscadores de rentas, la corrupción, y la viabilidad económica de las políticas públicas del país.

Solo así, los políticos de la oposición evitarán que tropecemos de nuevo con la misma piedra y, al mismo tiempo, brindarán la oportunidad de conducir al país hacia un camino de transformación y desarrollo sostenible.