Por José Cabot Nieves











A solicitud de Noel Kempff, el autor se encargó de organizar, desde España, la Expedición Zoológica a la Serranía de Caparuch, donde perdió la vida el investigador cruceño. Cabot ha recogido sus recuerdos con Kempff en un texto que se irá publicando en EXTRA. Aquí ofrecemos una entrega más de esos recuerdos del biólogo español en los que relata una faceta poco conocida de Kempff y es su gran aporte para que se nombrara como Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Amboró esa importante reserva natural, que hoy cuenta con una superficie de 637.600 hectáreas, extensión ampliada por el Decreto Supremo 24137 del 3 de octubre de 1995.

Este es el relato que da cuenta del gran apoyo que realizó el desaparecido científico cruceño:

Otros espacios protegidos de Bolivia ya estaban comenzando su andadura, como Amboró y la Estación Biológica Beni, sin embargo, Huanchaca estaba en una situación de abandono. Un año antes, en 1984, el Profesor había logrado promover la conservación de la Reserva de Vida Silvestre Teniente Coronel German Busch, ahora llamado Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Amboró, con 636.000 hectáreas de superficie, que se hallaba en situación de abandono desde 1973. Gracias a su esfuerzo, entidades internacionales e instituciones oficiales y otras entidades locales, profesionales, voluntarios, etc. estaban realizando actuaciones en relación a su manejo y conservación. Ello le henchía de satisfacción, pues este parque de belleza espectacular, ubicado en el codo de los Andes, al oeste del departamento de Santa Cruz, posee hábitats altitudinalmente diferenciados, desde las cálidas zonas bajas tropicales al pie de la cordillera hasta la ceja de selva de montaña, y posee tanta riqueza animal y vegetal como la Serranía de Huanchaca. Entre su fauna, destacan el mutún de cuerno azul (Pauxi unicornis), el oso andino (Tremarctos ornatus), los jaguares (Panthera onca) y otros felinos en considerable abundancia, así como guacamayos, quetzal, gallitos de roca, grandes águilas y una alta diversidad de especies de colibríes en los distintos pisos altitudinales. El Profesor mantenía una relación de pájaros y de amistad con Robin Clarke, reconocido ornitólogo inglés que llevaba años residiendo en Bolivia, y que mostraba un vivo interés en estudiar las aves de las vertientes andinas orientales. En una ocasión, a principios de los años 80, aprovechando que salió de nuevo a la conversación el tema de estas aves, el Profesor promovió una incursión zoológica a este territorio, programando que Robin Clarke visitase unos días al Parque Amboró en compañía de su intrépido e incondicional amigo Rubén Poma. El Profesor les recomendó prospectar lugares específicos de gran interés natural y les prestó su propia camioneta 4x4 para que accedieran con más facilidad a los puntos indicados, desde los cuales podrían observar determinadas especies difíciles de ver. Les insistió en la importancia de recabar información sobre los mamíferos y aves emblemáticas, y en que filmaran los aspectos destacados del entorno natural. Esta incursión de ámbito naturalista era la primera que se hacía a la zona. Robin Clarke y Rubén Poma cumplieron su objetivo con creces. Las labores del Profesor y de Robin Clarke, que difundieron los resultados obtenidos, causaron gran repercusión a nivel internacional y atrajeron la mirada de entidades interesadas en la conservación del Parque AmboróA raíz de ello, entidades oficiales locales, otras organizaciones no gubernamentales y personas contribuyeron con su trabajo, lo cual fue decisivo para iniciar los procesos de conservación, la ampliación del territorio y el cambio de su figura legal, que pasó a ser la de Parque Nacional. 


Más de 177 especies de mamíferos tiene su hábitat en el parque Amboró



Las negociaciones entre todos ellos facilitaron la obtención de recursos económicos y la realización de tareas de conservación e investigación en el parque, consiguiendo contribuciones para proyectos, tareas, gestión, dotación de personal, infraestructura, medios, que aseguraron la protección real del espacio. Merece destacarse el esfuerzo realizado por 18 personas como Sir Reginald Hardy, Chairman & director ejecutivo de la Bolivian Wildlife Society (Prodena Bolivia) US & UK, el cual hizo llegar a la UICN/WWF el proyecto de presupuesto para poder financiar el Plan de Manejo del Amboró, y por instituciones como la Universidad de Durham, Raleigh International (que financió la Operación Raleigh, llevada a cabo en 1985), Percy Sladen Trust, British Ecological Society, Mammal Society, el Centro de Desarrollo Forestal (CDF), Prodena Bolivia y la Universidad de Santa Cruz de la Sierra “Gabriel René Moreno”.

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