Con la emoción de conocer a su primer nieto, Jack, y de mostrar a sus padres los dos galardones más importantes de su carrera, el productor musical Vladimir Suárez, el primer boliviano en ganar tanto un Latin Grammy como un Grammy americano, llegó hace poco a Santa Cruz de la Sierra, su tierra natal.

El camino que ha recorrido Vladimir para destacarse a nivel internacional en el ámbito musical no ha sido fácil. Fue largo y difícil, lleno de obstáculos que tuvo que sortear solo, en un país que no era el suyo y con la mente siempre enfocada en conseguir sus objetivos.

Al graduarse del Instituto de Bellas Artes, donde aprendió todo lo necesario para iniciar su carrera, tomó la decisión de migrar a México para especializarse en producción musical. Con 21 años, llegó con su guitarra, 200 dólares y las ganas de superarse y triunfar. “El camino fue complicado, no por falta de ganas, sino porque en esa época era difícil especializarse en producción musical. Tuve la ventaja de estar bien preparado con profesores de Bolivia, y eso me abrió las puertas. Ahora miro atrás y digo, todo valió la pena”, reflexiona Vladimir al recordar sus inicios.

La guitarra “jubilada”, entre sus tesoros más preciados

En 1997, Vladimir Suárez llegó a México. Su objetivo era estudiar producción musical. Para financiar su sueño, comenzó a dar clases particulares de guitarra.

Enfrentando la necesidad de inscribirse en la universidad, devolvió su pasaje de vuelta a Bolivia y vendió su guitarra a una alumna. Con el dinero obtenido, pudo pagar la inscripción para postularse a una beca, la cual ganó y que lo ayudó a continuar con sus estudios.

Años después, un amigo y exalumno encontró la guitarra y la compró a su antigua dueña para devolvérsela a Suárez. Así, tras 23 años, la guitarra que le ayudó a iniciar su viaje en México regresó a sus manos. Suárez la conserva como un símbolo de su sacrificio y perseverancia, y aunque está “jubilada”, como dice, tiene un lugar especial en su estudio junto a sus premios y reconocimientos.

Un ‘camba’ del cuarto anillo y Radial 13 con dos Grammys

Vladimir Suárez es el primer boliviano en ganar tanto un Latin Grammy como un Grammy americano, un logro que considera una bendición y una oportunidad para demostrar que todo es posible. En febrero de este año, compartió escenario con artistas de la talla de Billie Eilish, Ed Sheeran, Meryl Streep, Dua Lipa y Miley Cyrus.

Selfie con el músico británico Ed Sheeran en la gala de los Grammy en Los Ángeles

Selfie con el músico británico Ed Sheeran en la gala de los Grammy en Los Ángeles

“¿Será que un ‘camba’ del cuarto anillo y Radial 13 está en el lugar correcto?” se preguntaba en esos momentos, y se dio cuenta de que sí, porque gracias a sus años de preparación y las ganas de conseguir sus sueños pudo llegar hasta donde se encontraba parado.

“Me sentí muy honrado y con una responsabilidad muy grande. Y esa responsabilidad no es nada más tener un premio y cuidarlo, sino compartir esa noticia y darle a entender a los compatriotas de que si soñamos y somos perseverantes, las cosas se pueden lograr”, dice con emoción y total convicción de sus palabras.

En la música infantil encontró su camino

A lo largo de su carrera, Suárez ha trabajado con una variedad de artistas, incluyendo Sin Bandera, Enanitos Verdes y Sole Giménez. Sin embargo, encontró un nicho en la música infantil donde busca crear música de alta calidad para niños. “Quiero que mis hijos también conozcan que la música para niños puede ser bien hecha”, asegura.

En 2022, ganó un Latin Grammy con su familia y el grupo Sofhía por un proyecto en español, lo cual le abrió las puertas para colaborar con otros artistas premiados como el dúo colombiano 1, 2, 3 Andrés. “Me dieron la oportunidad de que les produzca su álbum. Fue una experiencia tremenda porque pude trabajar con gente de Argentina, Colombia, Estados Unidos y Costa Rica. Estar a cargo de una producción de ese nivel fue algo muy desafiante, muy bonito”, dijo el productor.

Creatividad es la clave del éxito

En cada álbum que produce, siempre da prioridad al concepto. Para él, la esencia conceptual de un proyecto es lo que lo hace único y atractivo. Explica que, al igual que en un mercado lleno de vendedores de refrescos, la diferencia radica en ofrecer algo especial que destaque. Si un producto tiene un elemento distintivo y está bien hecho, tendrá mayores oportunidades de éxito.

Al iniciar un proyecto, Suárez se enfoca en definir el concepto y los objetivos. Este enfoque es especialmente crucial en la música infantil, un campo que él valora profundamente.

Suárez considera que es su responsabilidad sembrar un buen gusto musical en los niños desde una edad temprana. Cree que, al ofrecerles música de calidad y con sentido, se contribuye a desarrollar su capacidad para apreciar y entender la música bien elaborada en el futuro.

 

Junto con su padre, Carmelo Suárez, su nieto Jack y su hijo Jireh

Junto con su padre, Carmelo Suárez, su nieto Jack y su hijo Jireh

Artistas bolivianos: “Sus sueños son alcanzables”

Cuando Vladimir Suárez regresa a Bolivia, se sorprende y se impresiona con el talento artístico del país, deseando compartirlo con el mundo. A los artistas bolivianos les dice que “no deben limitarse ni perder la fe en que sus sueños son alcanzables”. Sin embargo, enfatiza que no basta solo con soñar; es crucial prepararse y trabajar con mucho esfuerzo para destacar, ya sea en el canto, el ballet, la música, la pintura o cualquier otra disciplina artística.

Cree firmemente que, con calidad y dedicación, los artistas bolivianos pueden captar la atención internacional. Destaca que la teoría musical aprendida en Bolivia es la misma que se enseña en instituciones prestigiosas como Berklee, Juilliard y la Royal Academy de Londres; la clave está en valorar y apreciar lo que tienen.

Desde esta vereda, cargada de optimismo y de perder el miedo a valorar el propio talento, espera influir en la visión de los artistas de nuestro país, motivándolos a prepararse bien y a entender que su formación es tan valiosa como la de cualquier otro lugar del mundo.}

En busca del Gramm Dorado”: Un viaje musical por América Latina

Actualmente, Suárez, de 49 años, está promocionando su nuevo proyecto titulado “En busca del Gramm Dorado” (con dos letras mm, a propósito del Grammy) realizado en colaboración con Sophía. Este álbum, que el productor había imaginado desde hace mucho tiempo, se centra en la rica herencia musical latina.

La historia gira en torno a una guitarra que actúa como capitana de un barco y a un piano que desempeña el papel de primer oficial. Juntos, llegan a un puerto donde encuentran al bombo legüero y a una tribu de instrumentos, y siguen una partitura que los guía en la búsqueda de un tesoro: el Gran Dorado.

El tesoro está dividido y los mapas se encuentran dispersos por diversas regiones. Así, el viaje los lleva al Altiplano, donde descubren el charango, la quena y el toyo. Luego, se dirigen al Amazonas, donde se encuentran con el cavaquinho brasileño y la flauta, y finalmente al Caribe, donde conocen la marimba.

A lo largo del recorrido, el barco va conociendo distintos instrumentos de América Latina. Al final, cuando encuentran el tesoro, la música les revela que el verdadero tesoro no es el Gran Dorado, sino la unión musical y la integración de todos los instrumentos para formar una orquesta.

Aunque el álbum está dirigido a niños, el objetivo es que tanto pequeños como adultos puedan disfrutar de los sonidos de la vihuela, el triple, el cuatro, el charango y la quena, mientras escuchan una fascinante historia.

Suárez ha presentado proyecto para el Latin Grammy y espera recibir buenas noticias en septiembre, aunque sabe que la competencia es agresiva, son entre 19.000 y 22.000 proyectos postulados. Ya ha ganado dos veces y espera una tercera victoria.

Otro proyecto reciente es la versión en español de 1, 2, 3 Andrés, el álbum con el que ganó el Grammy Americano en febrero de este año. También lo han postulado al Latin Grammy.

Orgulloso de ser cruceño

Cada vez que Vladimir Suárez regresa a Santa Cruz, no puede evitar sentir una mezcla de orgullo y nostalgia. “Es maravilloso ver el crecimiento de esta ciudad,” afirma el productor musical. “Cada vez que vuelvo, me sorprende cuánto ha avanzado. Me siento afortunado de haber nacido en este lugar.”

Suárez recuerda los días en que la calle de su barrio aún no estaba asfaltada, y se siente contento de poder ver la transformación que ha experimentado en las últimas décadas la capital cruceña. Aunque celebra su progreso visible, desea que la ciudad pueda desarrollarse en el ámbito cultural.

“Al llegar a Santa Cruz, lo primero que quiero comer es un keperí y un majau,” confiesa. De su terruño siempre recuerda el cuñapé, las empanadas, sus palmeras, las ventoleras y el río Piraí.

Una dinastía musical

Proviene de una familia arraigada en el mundo de la música. Sus padres, Carmelo Suárez y Bella Arredondo, son los fundadores del Dúo Guajojo, conocido por su interpretación de canciones costumbristas.

Su hermano mayor, que se formó en composición y es pianista, reside en Moscú.

Suárez está casado con Sophia León y es padre de dos hijos. Su hijo menor, Jaden, de 10 años, está dando sus primeros pasos en la actuación, actualmente está filmando su primera novela en México. Además, Jaden tiene el honor de ser la persona más joven en ganar un Latin Grammy, habiendo colaborado con su padre en el proyecto que le otorgó esta prestigiosa distinción.

El hijo mayor de Suárez, Jireh Jhonson, está inmerso en el mundo del arte.

Suárez también acaba de convertirse en abuelo, describiendo esta nueva etapa de su vida como una “experiencia maravillosa”.

Lea también

Escenas

Leo Rosas se lanza a “Nuevos rumbos” en su carrera musical

En una reciente entrevista con El Deber Radio, compartió detalles sobre sus últimas producciones y su conexión con el público cruceño

Lea también

Escenas

"Lo mejor que podemos hacer es apoyar lo nuestro", dice Vladimir Suárez, el boliviano ganador de premios Grammy

El productor musical está en su tierra natal y no dudó en visitar su casa, EL DEBER