El 18 de septiembre, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) envió la última molécula de gas hasta Argentina, 12 días antes de cumplirse el contrato de exportación y sus adendas, con Energía Argentina S.A. (Enarsa), que duró 19 años.

Fue un informe del Ente Nacional Regulador del Gas de Argentina (Enargas), el que oficializó la finalización de los despachos que estaban previstos para extenderse hasta diciembre de 2026 y que el año pasado significó una facturación de por lo menos $us 900 millones para Bolivia.

Para el presidente de YPFB, el cese de los envíos “no tiene ningún efecto”, ya que ese mismo gas que se vendía a la Argentina, se lo puede vender a Brasil. “O sea, el gas sigue yendo a Brasil y hoy estamos esperando la decisión del gobierno argentino, que ellos no necesitan más que, nosotros, poder pasar el gas de Vaca Muerta hacia Brasil”, dijo en referencia a la ya anunciada reversión de los ductos argentinos para exportar gas a Brasil por ductos bolivianos.

“Las instalaciones están listas y YPFB está listo para poder hacer este de tránsito de Argentina, donde más bien, por el contrario, tendríamos más beneficios, porque no solamente estaríamos exportando los volúmenes de gas que tenemos, sino también estaríamos pudiendo pasar el gas de Argentina hacia Brasil”, dijo a los medios el martes.

El analista del sector hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, discrepa con Dorgathen porque, desde el año 2010 en adelante, los precios de exportación del gas boliviano a la Argentina han sido superiores a los de Brasil, debido a que la fórmula de cálculo establecía además un componente de diésel que mejoraba el precio.

“Y en las últimas tres adendas que se han firmado con la Argentina, se ha negociado a un precio incluso mejor aún, principalmente para el periodo de invierno que ha estado orientado a compensar, parcialmente, la disminución en los volúmenes enviados en términos de ingreso”, dijo el analista.

Por otra parte -agregó- el gas que se deja de exportar al vecino país, es el gas que Bolivia está dejando de producir. “Hay que recordar que el año pasado estábamos exportando a la Argentina cerca de 6,3 millones de metros cúbicos por día de gas natural (MMm3d). Hoy en día, el promedio de este año, nos muestra que hemos exportado cerca de 4 millones de metros cúbicos por día en promedio”, detalló.

En ese sentido, subrayó que YPFB ya debería hacer conocer qué tipo de contratos está negociando con Brasil, bajo qué condiciones y por cuánto tiempo. “Es muy poco probable que Bolivia pueda firmar un nuevo contrato con el Brasil, por un horizonte de 20 años, como el que estamos hablando actualmente. Seguramente serán contratos de corto o mediano plazo y, además, bajo la figura de interrumpible”, expresó Velásquez.

 

Indiferencia dolorosa

Álvaro Ríos, analista y ex ministro de Hidrocarburos manifestó que le da “mucha pena” perder un mercado de gas tan importante y la indiferencia del presidente de YPFB. “Eso entristece porque no hemos hecho, desde hace 15 años, nuestra tarea exploratoria y hemos tenido una política fallida en ese campo. No deberíamos ser indiferentes de haber perdido un mercado que estaba hasta el 2026”, subrayó, al mencionar que Bolivia produce actualmente 29 MMm3d, de los cuales 14 se quedan en el mercado interno y 15 son para exportar a Brasil.

“Alegrarse de que haya terminado un mercado, porque no hemos sabido mantener la producción y reposición de reservas, creo que no es justo. Hemos perdido mercado y eso debería entristecernos muchísimo. Es cierto que ese gas se puede vender, pero al paso que vamos, el 2029, no vamos a tener nada para vender ni al Brasil”, lamentó Ríos.

Reversión de ducto

Desde Argentina se informó que el corte anticipado del contrato con YPFB se debe a los trabajos de reversión del Gasoducto Norte, que permitirán reemplazar el gas que se importaba desde Bolivia con producción de Vaca Muerta, que será exportada a Brasil por ductos de YPFB.

Sin embargo, la obra aún no está completada, y la fecha estimada para la puesta en funcionamiento es recién a mediados de octubre. Mientras tanto, Argentina importa el gas que le falta, desde Chile.

La declinación de la producción de gas en Bolivia lleva a perder un importante mercado: Argentina