Por Carlos Hurtado/Gerente de Epidemiología del Sedes

La mucormicosis, llamada también “hongo negro”, debido a las lesiones negruzcas que produce, es una infección oportunista rara, atípica, de baja incidencia, pero de elevada letalidad en personas inmunodeprimidas con patología de base o que usan corticoides.

Es causada por la exposición al hongo mucor, que es parte de la familia Mucoraceae que se encuentra en el medioambiente, en el suelo, las plantas, e verduras en descomposición.

Esta micosis afecta preferentemente a pacientes con algún grado de inmunocompromiso como ser diabetes, cáncer, VIH u otras patologías que deprimen el sistema inmune y bajan las defensas y se caracteriza por tener una rápida evolución, con morbilidad y mortalidad elevadas, cuando no se realiza un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado.

Las afecciones pueden ser desde leves con algunas lesiones localizadas, hasta causar graves secuelas respiratorias en el sistema nervioso, en la piel e inclusive puede producir la muerte de forma rápida si no se recibe el tratamiento adecuado y oportuno.

La vigilancia de esta enfermedad es fundamental y es un padecimiento de notificación obligatoria inmediata, porque puede producir brotes como los que se presentaron en algunos países en la post pandemia.

En Bolivia, desde el 2021 en la era pospandemia se han presentado seis casos positivos, dos en el departamento de Santa Cruz y cuatro en Cochabamba. Se tiene un fallecido por esta enfermedad y un paciente actualmente en recuperación, bajo supervisión y tratamiento médico estricto.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

En un inicio se presentan signos y síntomas inespecíficos que pueden confundirse con otras patologías respiratorias o de piel, la anamnesis y el buen llenado de la historia clínica son fundamentales para llegar a un diagnóstico rápido y oportuno.

Los pacientes que padecen la infección por hongos suelen tener síntomas respiratorios al inicio como ser: fiebre, congestión y/o sangrado nasal. También edema y dolor en ojos, y otros signos neurológicos como ser párpados caídos, visión borrosa y finalmente la pérdida de la visión. Puede haber manchas negras en la piel, alrededor de la nariz.

MEDIO DE TRANSMISIÓN

La mucormicosis no se contagia de persona a persona.

La transmisión se da a través de la inhalación al respirar de las hifas o esporas del hongo y se presenta principalmente en pacientes inmunodeprimidos, con alguna enfermedad de base o que usan corticoides.

Las personas sanas, sin patología de base, suelen no desarrollar la infección.

FACTORES DE RIESGO

Metabólicos:

a. Cetoacidosis diabética

b. Diabetes no controlada

c. Acidosis metabólica crónica

d. Terapia con hierro

Inmunosupresión:

Neutropenia, infección por VIH, tratamiento con corticoides, trasplante de órganos sólidos o trasplante de células hematopoyéticas.

Asimismo, ruptura de piel o quemaduras, tejidos blandos, inoculación térmica, heridas quirúrgicas o traumatismos

 Otros

Desnutrición, neonatos prematuros, uso de drogas ilícitas
 o tratamiento con deferoxamina. El diagnóstico se hace con microscopía, cultivo y PCR.

TRATAMIENTO

Se fundamenta en la reducción o control de los factores de riesgo, la administración precoz y segura de fármacos antimicóticos y la eliminación completa de todos los tejidos infectados a través de diversas técnicas quirúrgicas.

El tratamiento específico para esta enfermedad es la Anfotericina B lipsomal o la Anfotericina B dexosicolato.

PREVENCIÓN

Aislamiento del paciente, no automedicarse. Acudir de manera inmediata con el médico ante la aparición de cualquier síntoma, el lavado frecuente y correcto de manos con agua y jabón durante por lo menos 40 segundos, el uso de la mascarilla en todo momento, y la limpieza y desinfección profunda de las superficies de nuestro hogar.

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