La implementación de las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el metaverso tiene efectos positivos en la educación en aulas virtuales, haciendo que el aprendizaje se dinamice, se vuelva más inclusivo y efectivo, refleja una investigación académica.
“La IA personaliza el aprendizaje al adaptarse a las necesidades de cada estudiante, mientras que el metaverso crea entornos inmersivos donde los estudiantes pueden interactuar como si estuvieran en el mundo real. Esto hace que el aprendizaje sea más dinámico, inclusivo y efectivo”, explica Irving Martínez Pacheco, docente de la carrera de Publicidad y Marketing de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz y autor de la investigación IA y Metaverso en Aula Virtual para Aprendizaje Personalizado con Sistemas de Tutoría.
Esta investigación fue parte de las IV Jornadas de investigación, un espacio de crecimiento académico y científico organizado por esta Casa de Estudios Superiores.
Martínez indica que las herramientas tecnológicas pueden ayudar a los alumnos a sumergirse en los contenidos y tener una retroalimentación en tiempo real de las tareas que realizan, pudiendo visitar museos, salas de operación y entornos empresariales sin moverse de sus asientos, así como interactuar con modelos 3D de herramientas y recursos a los cuales no podrían tener acceso de manera física.
Martínez explica que las interacciones que permiten la IA y el Metaverso, hacen que aprender sea más interesante, interactivo y práctico.
“Esto es ideal para la educación empresarial. Un ejemplo en la materia de administración es que la IA puede analizar el desempeño de cada estudiante y sugerir materiales específicos para mejorar sus habilidades, como resolver casos prácticos de estrategia empresarial. El metaverso, por otro lado, permite que los estudiantes participen en simulaciones virtuales, como negociaciones de contratos o reuniones de juntas directivas en un entorno corporativo virtual”, acota.
Cabe recordar que la inteligencia artificial (IA) es una rama de la informática que se dedica a crear sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requieren de la inteligencia humana. Estas tareas incluyen el reconocimiento de voz, la comprensión del lenguaje natural, la toma de decisiones, el aprendizaje automático y la visión por computadora. Utiliza algoritmos y modelos matemáticos para procesar grandes cantidades de datos y tomar decisiones o realizar predicciones basadas en esa información.
Por otra parte, el metaverso es un universo virtual compartido, accesible a través de internet, donde las personas pueden interactuar entre sí y con el entorno digital en tiempo real. Este entorno puede incluir realidad virtual (VR), realidad aumentada (AR) y otras experiencias digitales inmersivas.
En el metaverso, los usuarios pueden crear avatares, participar en actividades sociales, educativas y laborales, y explorar mundos virtuales creados por los propios usuarios o por empresas.
Interacciones
El investigador indica que el trabajo fue realizado con la intención de identificar las mejores prácticas para la implementación de estas tecnologías, así como evaluar su impacto en el aprendizaje. De la misma manera, mediante el conocimiento generado, se garantiza que estas herramientas se utilicen de manera ética y efectiva.
“La investigación nos enseña cómo usar estas tecnologías de la mejor manera posible. Nos ayuda a entender qué funciona y qué no, asegurándonos de que la IA y el metaverso realmente mejoren el aprendizaje y se usen de forma ética y responsable”, explica.
Un ejemplo de estas interacciones, indica el investigador, es que se puede identificar cómo el uso de simulaciones en el metaverso podría mejorar la toma de decisiones en escenarios empresariales. La investigación también evalúa cómo las plataformas de IA ayudan a los estudiantes de negocios a dominar temas complejos como finanzas o marketing digital personalizado en su proceso de aprendizaje.
¿Cómo integrar a la IA y el metaverso a la educación?
El experto explica que su investigación, buscó proponer métodos para integrar la IA y el metaverso en la educación, mejorando la colaboración, la accesibilidad y el desarrollo de habilidades prácticas en entornos virtuales.
“La idea es integrar la IA y el metaverso en la educación superior para que los estudiantes desarrollen habilidades prácticas y colaborativas. Cuando se desarrolla un programa educativo que combina la IA y el metaverso, los estudiantes pueden crear y gestionar empresas o laboratorios virtuales. En este entorno, podrían tomar decisiones estratégicas, analizar riesgos financieros y competir en mercados simulados, recibiendo retroalimentación inmediata de sistemas basados en la IA”, señala.
Las ventajas de implementación de estas tecnologías, dice Martínez, son que estas facilitan el aprendizaje personalizado, fomentan la creatividad, mejoran la interacción y preparan a los estudiantes para un mundo digital. También hacen que la educación sea más accesible a nivel global.
“Estas herramientas hacen que el aprendizaje sea más personalizado y dinámico. Además, ayudan a los estudiantes a prepararse para trabajos digitales. Esto significa formar líderes y equipos más preparados para enfrentar desafíos modernos. Por ejemplo, con la IA, un estudiante recibe un plan personalizado para entender mejor los fundamentos del comercio electrónico. Con el metaverso, se puede practicar creando su propia tienda virtual y atendiendo clientes en un entorno simulado, preparándose para lanzar su propio negocio en el futuro”, concluye.
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