Educación y sociedad
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Esta autopercepción negativa es común en ambientes laborales y académicos, donde la competencia y las altas expectativas exacerban el problema.
El plástico puede tardar cientos y miles de años en degradarse en la tierra. A pesar de esto es uno de los materiales más utilizados en el planeta, generando una gran contaminación de los suelos y los cuerpos de agua. Ante esta problemática, un grupo de estudiantes de Ingeniería de Sistemas construyó una máquina que convierte este material, maleable, pero prácticamente indestructible, en madera plástica.
“Nos hemos basado en la problemática de la contaminación que generan los desechos de plástico. Nuestro proyecto busca reciclar este material y darle otra vida, ya que es un contaminante que tarda más de 500 años en degradarse. El proyecto consiste en darle otra vida, alejando este desecho de los rellenos sanitarios, en los que permanece por largo tiempo”, explica Franco Guerra, estudiante de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
En Bolivia, se estima que se desechan aproximadamente 142.699 toneladas de plástico al año. De esta cantidad, alrededor del 5% termina en botaderos a cielo abierto o cuerpos de agua, lo que contribuye a la contaminación ambiental, de acuerdo con el diagnóstico sobre la producción, uso y disposición final de plásticos de un solo uso en Bolivia de Servicios Ambientales S.A. y WWF.
Por otra parte, en el país se estima que anualmente se importan, aproximadamente, 285.000 toneladas de plásticos (60% material manufacturado; 20% material primario; y 20% material no primario) con un costo aproximado de 560 millones de dólares.
Material reciclado
Guerra, junto a Patrick Ramos, Jorge Valencia, Cristian Vargas, Cesar Flores, David Condori, Leonel Álvarez, Brayan Ruiz, Miguel Rocha, Josué Huanca y David Godoy, construyeron un extrusor que calienta el material y lo prepara para ser moldeado en cualquier forma, en lo que se llama madera plástica reciclada.
La máquina, en esencia, es un extrusor, un aparato que calienta los desechos de plástico a una temperatura determinada, lo que permite que después sean moldeados en diferentes formas.
Para la construcción de esta máquina se utilizó un software de monitorización de temperatura, sensores y relés que permiten el calentamiento uniforme de la máquina, con el fin de obtener los mejores resultados sobre el material final.
La madera plástica reciclada es un material compuesto principalmente de plásticos reciclados y, en ocasiones, fibras naturales. Este material combina las propiedades de la madera natural con las ventajas del plástico reciclado, resultando en un producto duradero y resistente a la intemperie.
Guerra agrega que la inspiración para construir la máquina, que combina sus conocimientos de software y hardware y los de sus compañeros con su conciencia ambiental, vino de las imágenes de botaderos llenos de materiales reciclables, los cuales, si no se reutilizan, solo contribuyen a la contaminación.
“Nuestra inspiración vino de la problemática de la contaminación que vemos en el país y hay que encontrar una forma de reutilizar este material ya que se pueden crear varias cosas con la madera plástica”, reflexiona.
El estudiante indica que con la madera reciclada se pueden construir infinidad de cosas, desde decks (pisos) para terrazas, muebles de exterior, vallas, paneles, tarimas, elementos de jardinería, juegos para niños, cercas y elementos decorativos, entre otros diseños.
Asimismo, con el uso de moldes más finos, es posible utilizar la máquina que construyeron para generar filamento para impresoras 3D.
“Este material no solo es sostenible, sino que también ayuda a reducir la cantidad de residuos plásticos en los vertederos”, agrega.
La construcción de esta máquina forma parte de los proyectos integradores de la carrera de Ingeniería de Sistemas de Unifranz, una metodología educativa que promueve el aprendizaje práctico a través de la resolución de problemáticas reales, aplicando los conocimientos adquiridos en el aula para transformar y mejorar las comunidades en las que se desarrollan.