Se dice que los dientes blancos son reflejo de que están sanos, cepillarse más fuerte es garantía de limpieza y sólo el azúcar causa caries, pero son mitos dentales que fueron transmitidos en la creencia popular. La ciencia en odontología tiene una explicación lógica al respecto y tiene que ver con la correcta higiene bucal
El recorrido histórico de la salud dental comienza con los antepasados y culturas milenarias que adoptaron técnicas para aliviar el dolor por la caries o con fines estéticos, como la incrustación de piedras preciosas a la realeza en Egipto o en los mayas.
Del oficio, se puede mencionar a los barberos franceses del año 1.200, que hacían de dentistas y la tecnología llegó recién en 1896, cuando se fabricó el primer aparato de rayos x para la boca. La odontología científica creció y con su desarrollo se desvirtuaron varias creencias populares que fueron parte de las costumbres y la herencia de conocimiento sobre la higiene bucal.
“Los mitos dentales son creencias erróneas sobre la aparición de las enfermedades bucales”, afirma Mauricio Torres, docente de la carrera de Odontología en la Universidad Franz Tamayo. “Estos surgen por creencias ancestrales, cuando aún la Odontología se realizaba de manera empírica, se puede atribuir también al nivel socio cultural”, agrega el académico.
Refiere que esta mitificación popular responde a una concepción cultural, porque fueron transmitidos de generación en generación.
María recorría el mercado central de su ciudad y en su paso vio a un vendedor que ofrecía un sobre con una solución de polvo ‘mágico’ que se vaciaba por encima de la pasta de dientes y el cepillo. La destreza del vendedor le permitió cerrar el negocio con María de dos bolsas del fabuloso producto y le dijo que sus dientes lucirán del color de las perlas.
Pasaron dos meses y la entusiasmada mujer comenzó a preocuparse porque dos de sus piezas dentales se veían de color café; y sin demora acudió, por primera vez en cinco años, a un dentista y tuvo que confesar que usó el polvo que el vendedor callejero le expendió y tras las recomendaciones del odontólogo, perdió el par de incisos, ya que estaban dañados desde la raíz.
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¿Qué mitos dentales se conocen?
Mauricio Torres explica que hay la creencia de que las caries en los dientes temporarios (de leche) no tienen ninguna repercusión en los permanentes, “cosa que no es así; la dentición temporaria, si no es tratada a tiempo de una lesión cariosa, afecta, puesto que favorece a la reposición de piezas permanentes, manteniendo el espacio para su alineación posterior”, agrega el profesional.
Otro mito es que el embarazo ocasiona la pérdida de dientes en la madre por falta de calcio, debido a que el bebé absorbe en su formación gran parte de este mineral. “Durante el embarazo la alteración hormonal puede únicamente predisponer enfermedades en las encías y la aparición de caries, siempre y cuando no exista una higiene bucal adecuada”, explica el académico.
Menciona otra creencia, sobre el bicarbonato y el agua oxigenada que ayudan al blanqueamiento de los dientes. “Actualmente no es recomendable, debido a que es un producto muy abrasivo que puede causar daños al esmalte, una desestabilización del PH salival, produciendo otro tipo de alteraciones. El blanqueamiento dental debe realizarse sólo por un profesional, tras una revisión bucal”, sostiene Torres.
Y, realizar enjuagues bucales con agua y sal tras una extracción dental es otro mito, a lo que el profesional menciona que “después de una extracción dental se forma un coágulo que permite una correcta cicatrización, si este se elimina por un enjuague (buchada) se predispone a la infección”.
La percepción es mayor al momento de mencionar otros ejemplos, de profesionales. Se cita como caso recurrente el hecho de que no es necesario cepillar los dientes de leche, como mito, y aquello es falso, porque lo recomendable para adquirir buenos hábitos de salud bucodental, es comenzar desde la infancia.
Otra creencia es que usar el hilo dental no es importante, pero, al contrario, ayuda a limpiar zonas donde no llega el cepillo. Y, cepillar más fuerte es garantía de mejor limpieza, es otra creencia, pero los cepillos con cerdas duras pueden desgastar el esmalte de los dientes y provocar caries.
Una evolución exponencial
Desde las viejas técnicas y herramientas para cuidar los dientes, en estos tiempos ahora se convive con la tecnología. Torres asegura que la Odontología deja de ser estrictamente reconstructiva y ahora es preventiva, “con la innovación constante de materiales que permitan devolver a las piezas dentarias sus características biológicas, funcionales y estéticas”.
Los insumos de limpieza también se desarrollaron, hay cepillos eléctricos que ayudan a eliminar de manera rápida y precisa la placa bacteriana; y las pastas dentales y enjuagues bucales mejoran en sus composiciones, con principios activos nuevos. “La innovación de softwares permite establecer diagnósticos y planes de tratamientos oportunos”, enfatiza el académico.
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