A siete años de haber sido declarado persona non grata en el Festival de Cannes, el danés Lars von Trier ha vuelto al certamen fuera de competición con un filme violento, provocador y en muchos puntos inmoral, pero bien recibido pese a sacar de la sala a algunos espectadores.

The house that Jack built, protagonizada por Matt Dillon y Bruno Ganz, “es en gran parte una caricatura o está escrito como tal", advirtió ayer el director en un encuentro con medios internacionales.

Fue vetado en el festival desde que en 2011 afirmara, durante la presentación de Melancholia, que entendía a Hitler.

The house that Jack built era uno de los filmes más esperados este año y estuvo a la altura de las expectativas, con escenas de violencia muy explícita que muchos espectadores no pudieron aguantar en el pase de gala. /EFE