La selección boliviana de fútbol se encuentra en una posición expectante para acceder al repechaje del Mundial 2026, que se llevará a cabo en Estados Unidos, México y Canadá. Al finalizar el 2024 en el séptimo lugar de las Eliminatorias Sudamericanas con 13 puntos, Bolivia tiene la oportunidad de luchar por un boleto a la próxima cita mundialista.
El formato del repechaje ha cambiado significativamente respecto a ediciones anteriores. En lugar de los tradicionales partidos de ida y vuelta, ahora se disputará un mini torneo intercontinental con seis selecciones. De estas, solo dos obtendrán un cupo para el Mundial. Si Bolivia logra el boleto al repechaje, jugará contra la ganadora de un playoff de Asia, la ganadora de un playoff de África, dos selecciones de Concacaf que no logren clasificar directamente y la perdedora de la final de Oceanía.
Este nuevo formato implica que el repechaje consistirá en cuatro partidos: dos semifinales y dos finales. Las selecciones serán clasificadas según su ranking FIFA, y las cuatro menos favorecidas se enfrentarán en las semifinales. Las dos selecciones ganadoras avanzarán a las finales, donde se definirán los últimos boletos para el Mundial.
El repechaje está programado para marzo de 2026, aunque las fechas exactas aún están por definirse. Las sedes también están pendientes de confirmación, pero se espera que sean en los países anfitriones del Mundial. Este cambio busca aumentar la competitividad y emoción del proceso clasificatorio.
Bolivia ha mostrado destellos de buen fútbol durante las eliminatorias, y su clasificación al repechaje sería un logro significativo considerando su historial en competiciones internacionales. Sin embargo, el principal objetivo de la Verde, dirigida técnicamente por Óscar Villegas, es clasificar directamente a la Copa del Mundo; actualmente, solo cuatro puntos la separan de los puestos de clasificación.
La meta está clara: luchar hasta el final por un boleto que les permita representar a Bolivia en el escenario más grande del fútbol internacional.