Los escándalos están a la orden del día en el fútbol boliviano, donde sucedieron hechos vergonzosos, que dejan malparado al país. El caos reinó como nunca en esta temporada 2019, que fue negativa totalmente y que quedará como la peor de la historia del fútbol nacional. Hubo de todo. Dudas, como siempre, en los inicios del Apertura y Clausura, quita de puntos, paro de jugadores, dirigentes a golpes, un equipo con seis jugadores que no pudo seguir jugando y denuncias de amaños de partidos.

Como ya es costumbre a horas de la puesta en marcha de los dos torneos del año hubo dudas sobre sus inicios por deudas de los clubes con los jugadores. Así, el 16 de enero solo Bolívar y Always Ready no tenían denuncias por salarios impagos. Los restantes 12 clubes debían $us 650.000 a sus planteles. A medio año sucedió lo mismo. En ambos casos se solucionaron los inconvenientes a medias.

Como la temporada se inició con problemas económicos, estos inconvenientes siguieron ocasionando que durante los meses siguientes San José pierda 9 puntos y Sport Boys seis, todo por demandas con fallos favorables para jugadores. Por este tema, el santo terminó comandado por el plantel ante la renuncia en noviembre del presidente Wilson Martínez.

Peor fue lo que vivió el ‘Toro’ warneño, cuyo presidente, el exministro de Gobierno Carlos Romero, desapareció dejando en crisis a su club, cuyo descenso es casi un hecho. San José y Sport Boys fueron los equipos en el que sus jugadores más tiempo estuvieron en paro por salarios impagos, deudas que llegaron hasta los cuatro y cinco meses.

Boxeo entre dirigentes

En el hotel Sun transcurría con normalidad el Consejo Superior de la División Profesional, cuando al final de la misma, dos dirigentes se retaron en la sala principal del lugar para agarrarse a golpes. Fueron parte de este episodio vergonzoso Marcos Rodríguez, vicepresidente de la FBF, y Fernando Blanco, vicepresidente de Destroyers.

Por el escándalo ninguno fue sancionado. El que sí recibió castigo fue Andrés Costa, vicepresidente de Always Ready, por agredir a jugadores de Sport Boys. Por esos incidentes, el Tribunal de Justicia Deportiva lo sancionó con tres meses, que, sin embargo, no cumplió, pues siguió ingresando a la cancha. Además, participaba, sin ningún problema de las reuniones de la División Profesional.

A estos casos, se añaden las suspensiones de tres partidos porque los visitantes no se presentaron a jugar en dos encuentros y en otro el rival no salió en el segundo tiempo. El primer walkover (suspensión definitiva del partido) lo dio Aurora a Guabirá, que después fue anulado tras un pacto de caballeros. Luego, el equipo del pueblo visitó a Bolívar llevando 11 jugadores, para después en el segundo tiempo decidir no ingresar a la cancha pues ‘supuestamente’ solo tenía seis futbolistas disponibles y el resto estaba enfermo.

El otro walkover lo dio Real Potosí el sábado a Sport Boys, club que justificó su ausencia explicando en una carta a la FBF que no encontró pasajes para viajar a la Villa Imperial. El equipo ‘lila’, que ya licenció a sus jugadores, adelantó que el partido no se jugará, dejando en suspenso el descenso y la definición de la corona, cuando el torneo ya está terminado.

Amaños de partidos

En julio de este año, Sport Boys acusó a un jugador de Always Ready de intentar sobornar a sus futbolistas para que jueguen para atrás. Este medio confirmó que la llamada vino del número telefónico del defensor del equipo alteño Carlos Alberto Suárez, pero al final todo quedó en nada. Este mes, se filtró un video en el que algunos jugadores de Aurora hablan de un supuesto intento de soborno. Por ello el club separó a los futbolistas sospechosos, que luego siguieron jugando. Igual todo quedó en nada, sin una investigación seria.

En el país, la licencia de clubes es un saludo a la bandera

Pese a que es una exigencia de la Conmebol para que sus afiliados tengan las cuentas claras, entre otras exigencias, en Bolivia la Licencia de Clubes hasta el momento es un saludo a la bandera. Para la temporada que termina los 14 clubes de la División Profesional recibieron su licencia, pese a que algunos de ellos tenían problemas económicos, que no pudieron solucionar a comienzos de año.

Por ello, San José y Sport Boys, sufrieron todo el año una crisis que los llevó a perder puntos por demandas de jugadores y a los dos planteles a decidir parar exigiendo la cancelación de las deudas. Los montos que debía el santo superaba el medio millón de dólares, y por ello luego se le hizo difícil manejar su economía. Lo mismo pasó con el ‘Toro’ warneño.

La crisis de ambos obligó a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) a adelantarles de los derechos de TV montos económicos para que puedan acabar el año, y así el Clausura no se paralice. Ante esta experiencia negativa, la federación decidió que en la temporada que se viene verificará si los datos que los clubes colocaron para obtener sus respectivas licencias son correctos, caso contrario se arriesgan a ser sancionados.

La Licencia de Clubes también es un requisito para participar en 2020 en la Copa Libertadores y en la Sudamericana.

Sin ambulancia

Mario Cuéllar (Oriente), que sufrió una fractura, tuvo que abandonar el Tahuichi en un taxi, pues no había el chofer de la ambulancia.

Impugnaciones

Algunos equipos tuvieron problemas al permitir jugar a sus refuerzos que habían defendido otras camisetas este año, sin que se modifiquen las normas.

Seis cruceños

Oriente, Blooming, Destroyers, Royal Pari, Guabirá y Sport Boys paralizaron la segunda fecha del Clausura exigiendo seriedad en la aplicación de las normas.