La final más épica de la historia tiene polémicas, y muchas. Una de ellas la trajo al debate el diario L'Equipe, que indica que el 3-2 que anotó Messi en el tiempo extra, debió ser anulado.

Tras un análisis de la jugada, el portal deportivo encontró un error no percibido por el árbitro. La postura de los franceses se basa en que antes de que la pelota ingrese, algunos suplentes invadieron el campo de juego para celebrar el tanto.

¿Es reglamentario? Sí, dentro de las normas se establece que "si el árbitro se da cuenta que otra persona estaba en el terreno de juego al momento que se marcó el gol, el árbitro debe anular el gol. Si la persona extra era un jugador suplente, jugador sustituido, expulsado u oficial del equipo que marcó el gol; el juego debe reiniciarse con tiro libre directo desde la zona donde se encontraba la persona extra".

Es difícil que la Federación Francesa de Fútbol eleve una queja formal, tomando en cuenta que en el 3-3 y en un posible 3-4 a favor de los galos, sus suplentes también invadieron el campo. También uno podría llegar a implementar un poco de sentido común, en donde la emoción es demasiada y los impulsos de felicidad incontrolables.

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